Por Catalina González Salazar
Los desafíos para Estados Unidos comienzan a acumularse. Junto con el recorte de su deuda, las menores perspectivas de crecimiento, el desempleo y la incertidumbre mundial por la crisis en Europa, el país registró el mayor número de pobres en 2010 desde la creación del índice hace 52 años, afectando a 46,2 millones de estadounidenses.
Pero más allá de las estadísticas entregadas el jueves, los problemas por los que ha atravesado la economía en los últimos años son buenas noticias para toda una industria que se beneficia con que el número de pobres siga creciendo.
“Hay mucha atención ahora en la tasa de pobreza y cuán alta está. Pero esto ha estado pasando desde algunas décadas en EEUU; para la mitad de la población sus salarios se han mantenido sin cambios por la creciente inflación. Lo que hemos visto es lo que llamo la industria de la pobreza, todos estos negocios que cuentan con los clientes que no tienen dinero”, aseguró en entrevista a DF el autor del bestseller Broke USA, Gary Rivlin.
Rivlin ha estudiado cómo los pobres han recibido “ayuda” para seguir siendo pobres y cómo la noticia de que el índice siga alto es buena para algunos negocios, como los payday lenders que hacen préstamos de corto plazo para la gente que tiene que hacer gastos antes de su próximo sueldo y que cobran mensualidades con un interés anual de 400%, o hasta 652% en el caso del estado de Missouri.
Existen además las tiendas rent-to-own, que permiten comprar productos pagando una vez a la semana, a las cuales optan cerca de un cuarto de los estadounidenses que no tienen tarjetas de crédito, vendiéndoles televisores que costarían US$ 500 en una tienda pero que pueden terminar pagando hasta US$ 12.000.
“Hay todas estas formas, los check cachers, payday lenders, prestamistas, tiendas rent-to-own, que se están haciendo ricas con aquellos con menos dinero, con aquellos que ganan
US$ 15.000, US$ 25.000, US$ 35.000 al año. Hay un rango de empresas que están ahí para cobrarles altos precios”, afirma Rivlin.
En total, la industria genera aproximadamente US$ 25 mil millones al año, y si se suma con lo que producen las empresas de envío de dinero, sube a US$ 30 mil millones. En comparación, la industria funeraria en EEUU es de cerca de
US$ 15.000 millones al año y las tiendas de alcoholes y otros retailers venden US$ 30.000 millones en cerveza, vinos y otros licores.
Manejo político
Cuando la economía entró en recesión y el gobierno debió salir a rescatar a los bancos para no ver más colapsos como el de Lehman Brothers en 2008, la gente que estaba sufriendo las hipotecas producto de la crisis subprime quedó fuera de los principales esfuerzos.
“Típicamente en una recesión la brecha entre ricos y pobres se cierra, todo el mundo está pasándola mal, pero EEUU hizo todo en su poder para asegurarse que la economía pudiese levantarse, dándole dinero a los bancos para que no colapsaran y no hicieron mucho para ayudar a los individuos. Los que estaban viendo rematadas sus casas no vieron mucha ayuda”, aclara Rivlin.
Así, “el manejo del presidente Barack Obama de la pobreza es ampliamente decepcionante. Hay mucha gente descontenta con el manejo del gobierno al respecto. (…) Obama no ha hecho mucho para ayudar a aquellos que realmente están teniendo problemas”.
El lunes pasado Obama anunció una serie de medidas para reunir más dinero y subsanar el déficit del país. Entre ellas, recortes a los programas de salud Medicare y Medicaid. Esto pone “más presión para las personas que están en el fondo de la pirámide, y es mejor para estos negocios que ganan de la pobreza”.
Pero dentro de las medidas también estaba un aumento a los impuestos de los más adinerados, y que podría ayudar a cerrar la brecha entre ricos y pobres.
“No tenemos suficiente dinero para financiar la clase de programas que necesitamos, para ayudar a los que no pueden encontrar trabajo, estamos cortando la clase de programas que ayudará a entrenar a la gente, a educarla (...) Estamos en un punto en que la gente está dispuesta a pagar por la clase de servicios que quieren. La lógica es: bueno, tomemos ventaja, y hagamos inversiones para impulsar la economía, la necesidad está, las ganas de trabajar están”.