La canciller alemana, Angela Merkel, afirmó hoy que las "oportunidades" que abre la aprobación del segundo rescate a Grecia superan a los "riesgos" que conlleva, aunque reconoció que puede no ser la solución definitiva.
"Nadie puede dar una garantía de éxito del cien por cien", afirmó Merkel, que habló de un camino "largo" y "no exento de peligros" para la estabilización de la economía helena.
La jefa del Gobierno alemán hizo estas declaraciones en el Bundestag (parlamento federal) en el debate que precedió a la votación del Legislativo para dar luz verde a la participación alemana en el segundo rescate a Grecia, de US$ 48.415 millones.
"La solidez, el crecimiento y la solidaridad son las bases de este nuevo paquete de rescate", afirmó Merkel de la nueva ayuda financiera para Grecia, que tiene como objetivo reducir la deuda pública helena hasta 120% del Producto Interior Bruto (PIB) para 2020.
La canciller agregó que su cargo lleva implícita la asunción de ciertos riesgos "pero no aventuras" y destacó que en el proceso de salida de la crisis se ha avanzado un "tramo enorme" en los últimos dos años.
De la solución de la crisis helena depende no sólo Grecia, argumentó Merkel, sino Alemania y su economía, los otros países rescatados -Irlanda y Portugal, otros países con problemas -y citó a Italia y España- y el conjunto de la Unión Europea.
Indicó que en Grecia queda mucho por hacer en términos de mejora de la competitividad económica, de perfeccionamiento del sistema de recaudación fiscal, de mejora de la eficiencia, y de dinamización y liberalización del mercado.