Con una histórica parada militar, donde mostró su fastuoso poderío armamentista y de la que participaron 26 líderes de gobierno como invitados, China coronó tres jornadas de intensa diplomacia, sobre la cual aspira a construir un nuevo orden mundial en medio de una geopolítica turbulenta.
“La humanidad enfrenta nuevamente decisiones críticas: ¿paz o guerra? ¿Diálogo o confrontación? ¿Cooperación de beneficio mutuo o competencia de suma cero? (...) El pueblo chino se encuentra firmemente del lado correcto de la historia y del lado de la civilización y el progreso humanos”, planteó el Presidente de la segunda economía mundial, Xi Jinping, en el evento que conmemoró este miércoles el 80° aniversario de la victoria sobre Japón en la Segunda Guerra Mundial.
Tras entregar su mensaje desde la plaza de Tiananmén y en su rol de comandante en jefe del Ejército de Liberación Popular (ELP), Xi recorrió en una limusina la principal arteria de Beijing, por donde marcharon 10.000 efectivos. En la ocasión también se exhibieron tanques, drones y misiles de última generación, incluyendo armamento hipersónico nunca antes mostrado en público. Entre las novedades destacaron tres unidades de guerra naval que presentaron los misiles YJ-15, YJ-17, YJ-19 y YJ-20, capaces de ser lanzados desde buques de superficie y submarinos.

Diez mil efectivos del Ejército de Liberación Popular participaron de la parada militar.
Todo como muestra de un arsenal construido con un presupuesto militar que se ha duplicado en la última década, alcanzando unos US$ 250.000 millones, según lo consignado por WSJ, donde además señalan que se estima que China ha duplicado su poderío nuclear en el mismo período, mientras que ya cuenta con la mayor flota naval en cuanto a número de buques.
La inmortalidad
La ocasión también fue escenario de una muestra de los sólidos vínculos de China con otros protagonistas de la escena global. Xi caminó hacia la tribuna de Tiananmén con los líderes invitados siguiéndolo a sus espaldas y flanqueado a izquierda y derecha por el líder supremo de Corea del Norte, Kim Jong-un, y por el Presidente de Rusia, Vladimir Putin.
Con este último, el mandatario chino tuvo una particular charla. “La biotecnología está en continuo desarrollo (...) Los órganos humanos pueden trasplantarse continuamente. Cuanto más se vive, más joven te vuelves, e incluso se puede alcanzar la inmortalidad”, comentó Putin, a lo que Xi respondió: “Algunos predicen que en este siglo los humanos podrían vivir hasta 150 años”.

Xi Jinping, al centro, caminó a la plaza de Tiananmén junto a Vladimir Putin (a la izquierda) y Kim Jong-un (a la derecha).
El curioso diálogo fue un ingrediente más para un evento que captó interés a nivel mundial, especialmente en Washington.
“Muchos estadounidenses murieron en la búsqueda de China por la Victoria y la Gloria. ¡Espero que se les honre y recuerde por su Valentía y Sacrificio!”, publicó el Presidente de EEUU, Donald Trump, en su red Truth Social. “¡Envío mis más cálidos saludos a Vladimir Putin y Kim Jong-un, mientras conspiran contra los EEUU de América!”, agregó.
Cabe destacar que entre los invitados también figuraba el Presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, mientras que en la cumbre del lunes, que antecedió a la parada militar, estuvo presente el primer ministro de India, Narendra Modi.
De tal manera, durante estas tres jornadas China estrechó lazos con un contingente de países descontentos con el liderazgo de Estados Unidos, a los cuales les resulta atractivo el orden global “multipolar” al que referenció Xi a principios de semana en la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai, instancia de la que también participa Rusia.

Misiles de crucero supersónicos antibuque YJ-15, parte del armamento de última generación de China.