Sigilosas, pero a paso firme avanzan por estos días las negociaciones del Estado de Chile para quedarse con la propiedad del icónico edificio de Telefónica, cuya venta es parte de la decisión de la compañía de capitales españoles de salir de varios países de Latinoamérica, entre ellos Chile.
La empresa estatal Desarrollo País ya hizo una oferta formal por el edificio, aseguran fuentes conocedoras del proceso, y ahora las partes estarían en plena etapa de negociación con mira a lograr un acuerdo. No está cerrado, pero sí bastante avanzado, sostienen.
Telefónica Chile reactivó el proceso de venta de su edificio corporativo en julio, luego de que quedara pausado tras el estallido de octubre de 2019, cuando el sector de Plaza Italia -donde se emplaza la torre- se transformara en el epicentro de las manifestaciones. Luego vino la pandemia y la venta continuó postergada a la espera de un mejor momento.
La empresa está siendo asesorada en la comercialización por CBRE y GPS Property.
Al igual que con la venta de su operación en Chile, el objetivo que se habría planteado Telefónica es cerrar este año un acuerdo para la enajenación del edificio. No obstante, las mismas fuentes ven difícil que se pueda lograr en tan pocos días.
El jueves se conoció la decisión de Entel y América Móvil de poner término a su alianza para ir en forma conjunta por los activos de la compañía y evalúan ofertar cada uno en forma independiente. A su vez, Wom ya habría presentado una oferta vinculante.
Inaugurada en 1996, con la presencia del entonces rey Juan Carlos I y la reina Sofía de España, la emblemática torre con forma de un celular típico de esa época, fue en ese momento el edificio más alto de Santiago y se transformó en un símbolo de modernidad y desarrollo en los noventa. Tiene 63.000 m2 construidos y 143 metros de altura.
Conocedores de las negociaciones sostienen que el precio actual del edificio se ubicaría entre UF 1.200.000 y UF 1.700.000 (entre unos US$ 52 millones y US$ 74 millones).
El modelo del ex edificio de Metlife
Desarrollo País es una empresa pública creada en enero de 2022, a partir del Fondo de Infraestructura S.A. (FOINSA), sociedad anónima del Estado que se había creado a inicios de 2018. Entre otras facultades, la ley otorga al Fondo la posibilidad de “financiar o invertir en proyectos de infraestructura, directamente o a través de terceros”; así como “construir, ampliar, reparar, conservar, explotar y desarrollar, sólo a través de terceros no relacionados, dichos proyectos de infraestructura”.
Los accionistas son el Fisco (99,991%) y Corfo (0,009%). Tiene un directorio constituido por cinco miembros designados por el Presidente de la República, dos de manera directa y tres propuestos por el sistema de ADP. El actual presidente del directorio es el exdirector de Presupuestos, Sergio Granados, y su gerente general es Patricio Rey.
Desarrollo País estuvo también tras la compra del edificio de Metlife por parte del Estado en septiembre de este año. Adquirió el inmueble de 20.000 m² ubicado en la calle Agustinas, en Santiago Centro, con el objetivo de transformarlo en el nuevo edificio institucional de la Policía de Investigaciones (PDI). Aún se están realizando las remodelaciones necesarias para que la institución pueda trasladarse.
Según informó DF en ese momento el valor de la venta habría sido de unos US$ 38 millones mediante capital propio de Desarrollo País, sumado a financiamiento privado.
En paralelo la empresa estatal firmó un contrato de arrendamiento a largo plazo con la PDI. “Este nuevo espacio moderno, eficiente y seguro no solo fortalece el trabajo de la PDI, sino que también aporta a la modernización del Estado y a la seguridad pública, mediante un modelo de gestión que combina capital propio y financiamiento privado, optimizando el uso de recursos públicos”, dijo Desarrollo País tras esa compra.
El mismo modelo de financiamiento se aplicaría ahora si se llega a un acuerdo por el edificio de Telefónica. Conocedores de la interna señalan que, si se concreta, se evalúa arrendar las oficinas a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), que está buscando un edificio más grande desde 2024; a Fonasa y a Sernageomin, que funcionan con oficinas en distintos lugares de Santiago.
En un contexto en que el mercado de oficinas en el centro de Santiago sigue deprimido y muchas empresas privadas han emigrado a otras comunas, el sector público se ha transformado en el principal demandante de espacios en el sector.
Telefónica arrendaría
Uno de los puntos que aún continúan en negociación es que Telefónica quiere permanecer en el edificio mientras no salga completamente del país con la venta de su operación en telecomunicaciones. “Además de arrendar a los servicios públicos, Desarrollo País tendría que arrendar las instalaciones para que Telefónica se mantenga mientras se concreta su salida de Chile. Y aun cuando llegaran a un acuerdo con un comprador, ese proceso no sería rápido, porque probablemente lo tendría que ver la FNE y el TDLC, por la participación de mercado que tendría el nuevo operador”, señala un conocedor.
En julio, cuando se anunció que se retomaba el proceso de venta del edificio, Alexis Arellano, gerente de Administración Inmobiliaria de Telefónica Chile, dijo que la compañía permanecería como uno de los principales arrendatarios del inmueble, reafirmando su compromiso con un punto neurálgico de la ciudad “donde, literalmente, todo pasa”.