Abril se perfila como un mes decisivo para Latam Airlines pues se esperan cambios en el directorio de la compañía luego de la salida este año de los fondos acreedores que capitalizaron sus deudas en el marco del Capítulo 11.
Hoy sólo queda Sixth Street Partners Management Company (SSP), que aún mantiene el 16,5% de las acciones. Si bien el mercado apuesta a que el fondo saldrá de la propiedad de Latam en los próximos meses, este plazo para el “exit” no necesariamente se podría acabar en abril.
Mientras tanto, los otros tres accionistas fuertes se mantienen firmes en la propiedad e incluso podrían aumentar su presencia. Se trata de Delta, Qatar y la familia Cueto. Este interés se ha planteado en varias ocasiones. Por ejemplo, en septiembre de este año, cuando Strategic Value Partners (SVP) concretó su salida de Latam Airlines, la aerolínea presentó a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por su acrónimo en inglés), un prospecto de venta de sus títulos en el cual explicó que “aproximadamente el 25% de sus acciones ordinarias está en manos de accionistas que han acordado no vender dichas acciones hasta el 3 de noviembre de 2026, incluyendo a Delta Air Lines, Inc., Qatar Airways Investments (UK) Ltd. y Costa Verde Aeronáutica SA, empresa perteneciente al Grupo Cueto”.
Asimismo, el propio Enrique Cueto señaló hace unos días a Señal DF que el tema se definiría en el futuro. “Creo que nadie en este momento sabe lo que pasará ni está pensando en cambiar nada. Hoy el foco está en que le vaya bien a la compañía. En un tiempo más podría ser (…) el futuro lo definirá”.
¿Qué pasará con Delta y Qatar?, es la pregunta que ronda en el mercado y que se mantendrá en la nebulosa hasta noviembre de 2026.
Hoy la aerolínea de bandera chilena va en un vuelo en ascenso con un fuerte desempeño en casi todos sus indicadores financieros –el mejor desde la fusión de 2012–, escenario que alimenta el creciente interés de los accionistas por aumentar su influencia dentro de la compañía, la cual este miércoles cambió sus guidance operativos y financieros ajustándolos todos al alza.
Estas buenas noticias han estado provocando una alta actividad societaria en la compañía en 2025. Durante el año las AFP –históricamente con una posición relevante– aumentaron su posición. Según datos de la Superintendencia de Pensiones, en octubre ya poseían un 18,6% de las acciones de Latam, frente al 11,99% que tenían en junio de este año.
Por tanto, se vienen meses movidos y de definiciones, donde Delta y Qatar estarán en los ojos de todos.
El plan de Delta
A fines de 2019, la aerolínea norteamericana adquirió el 20% de Latam, incorporándose a su propiedad. Esta compra se concretó tan solo 19 días antes del estallido social y tres meses antes de la llegada del Covid-19, evento que posteriormente llevó a Latam a acogerse al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de EEUU.
La primera parte del acuerdo contempló el lanzamiento de una Oferta Pública de Adquisición de Acciones (OPA) por parte de Delta por el 20% de Latam a US$ 16 por acción, lo que implicó al cierre de la operación cerca de US$ 2 mil millones. Las familias Cueto, Amaro y Eblen, más el Grupo Bethia vendieron el equivalente a 20% de sus acciones, para que la norteamericana lograra ingresar a la propiedad.
Además, Delta comprometió US$ 350 millones para la creación de la alianza, lo que permitió asumir costos como la multa por la salida de Latam Airlines de One World.
También comprometió la adquisición de 14 aeronaves Airbus A350 de Latam –cuatro en operación y diez que estaban comprometidas entre 2020 y 2025–, lo que se estimó en su oportunidad en unos US$ 2.000 millones.
La pandemia alteró los planes. La compra de aviones se detuvo, y para seguir siendo accionista, Delta se comprometió a inyectar US$ 1.150 millones junto a Qatar Airways y la familia Cueto, mediante el mecanismo Debtor in Possession (DIP).
Eso le permitió conservar sólo el 10% de la propiedad; los árabes mantuvieron el mismo porcentaje (10%), mientras que los chilenos redujeron su participación al 5%.
Cuatro años después, Delta no está dispuesta a perder su liderazgo en la región, pues tras el acuerdo con Latam Airlines se transformó en la aerolínea norteamericana líder en viajes a Sudamérica, destronando a American, exsocios de la compañía.
Durante 2025 no cesó su expansión en Latinoamérica, es más, continuó agregando rutas durante este año.
En el marco de la celebración de su tercer año desde el joint venture, Delta Air Lines ya cuenta con 9 rutas hacia el continente. Desde que se unió al holding aéreo chileno, la norteamericana aumentó un 88% su capacidad combinada, y ha transportado a 14 millones de pasajeros, según datos de la aerolínea.
Entre los hitos más relevantes del año estuvo la incorporación de Argentina a la cobertura para viajes a Estados Unidos y Canadá; además del anuncio de nuevas frecuencias como Lima-Orlando, Buenos Aires-Miami, Guayaquil-Nueva York y Lima-Salt Lake City,
A esto se suman dos enlaces de alta demanda: Atlanta– Cartagena (Colombia) y Nueva York– Río de Janeiro (Brasil).
“Los vuelos largos han tenido un sólido crecimiento. La temporada invernal fue fuerte, sin embargo, en recorridos de corto alcance el rendimiento ha sido heterogéneo. La región de Caribe va bien, pero todo el sector de playa mexicano está un poco por debajo de nuestras expectativas. Todo sigue siendo muy rentable para nosotros, entonces, esperamos seguir invirtiendo en esas regiones”, dijo Glen William Hauenstein presidente de Delta Air Lines, durante el conference call del tercer trimestre.
El refuerzo de Qatar
La historia de la aerolínea árabe con Latam Airlines partió antes. En diciembre de 2016, Qatar Airways la compañía aérea top del Golfo Pérsico utilizó sus petrodólares para comprar un porcentaje del holding chileno.
La movida se selló con la adquisición del 10% de la propiedad, una jugada que inyectó unos robustos US$ 613 millones a las arcas de la compañía controlada en ese entonces por la familia Cueto. Más que un mero aumento de capital, este ingreso fue la confirmación de una alianza estratégica a prueba de balas, asegurando a Latam el respaldo de un actor global que buscaba ansiosamente una plataforma para conectar el Lejano Oriente con el siempre complejo, pero prometedor, mercado sudamericano.
Esta alianza se puso a prueba con el Capítulo 11, en que nuevamente los qataris decidieron apostar por Latam con el ingreso al DIP. En la presentación de los resultados fiscales de este año, Qatar Airways mencionó: “Latam volvió exitosamente a la rentabilidad, demostrando resiliencia en todo su núcleo de mercados sudamericanos. Estos alentadores resultados respaldaron el crecimiento de la valoración en toda la cartera del Grupo y entregó entradas de dividendos saludables durante el año”.
Por lo mismo, la expansión por Latinoamérica de la aerolínea con sede en Doha no se queda atrás. Durante 2025, la empresa anunció la incorporación de nuevas frecuencias entre Oriente Medio y América Latina. Esta medida busca consolidar a Doha como un hub principal y potenciar su competencia con Turkish Airlines, que ha estado posicionando gradualmente a Estambul como su centro de operaciones clave.
Todo comenzó con la incorporación en marzo de dos rutas totalmente nuevas: Bogotá (Colombia) y Caracas (Venezuela).Paralelamente, la aerolínea ha incrementado sus frecuencias hacia su principal puerta de entrada en la región: Sao Paulo, Brasil. La operación pasa de 14 a 18 vuelos semanales, casi tres vuelos diarios. Este aumento responde a la robusta demanda de carga y pasajeros de negocios entre Brasil y destinos clave en Asia.
Finalmente, el crecimiento de Qatar Airways no se limita a aviones propios, ya que su estrategia se apalanca fuertemente en alianzas para ganar capilaridad en el continente.
Su asociación con Latam Airlines sigue permitiendo el acceso a mercados clave como Buenos Aires, Río de Janeiro, y de manera crucial, Santiago de Chile, reforzando el interés de QR en la cuenca del Pacífico. A lo anterior, se suma la renovación de los códigos compartidos con la aerolínea española Level en octubre, con quien anunció vuelos a Doha desde Chile y Perú para la temporada alta de 2026.
Esta no es la primera vez que Qatar Airways considera a Santiago de Chile en sus planes de expansión, pues para el período 2017-2018 lo tenía en la mira, pero no llegó a concretarse.
Lejos de quedar atrás, Sudamérica se está posicionando como un continente con un fuerte interés de los grandes operadores. Y es probablemente los intereses de Qatar y Delta los que serán consultados en el próximo Investor Day, el cual se desarrollará este martes en la Bolsa de Nueva York.