El ex magnate de la comunicación alemán Leo Kirch murió la noche pasada, a los 84 años, indicaron hoy fuentes familiares, en Múnich (sur de Alemania).
Kirch, nacido en Fahr (sur de Alemania) en 1926 y ejemplo del empresario surgido de la nada, estuvo considerado durante décadas el equivalente en Alemania del australiano Robert Murdoch.
Llegó a controlar un imperio con una plantilla de 10.000 empleados, con un archivo de producciones de televisión de más de 10.000 títulos y 40.000 horas de series televisivas repartidas entre los canales privados ProSieben, Sat1, la cadena de información N24 y la deportiva DSF.
Fuertemente ligado al entorno del patriarca de la Unión Cristianodemócrata Alemana, el ex canciller Helmut Kohl, entró en dificultades económicas a principios del 2000, tras la adquisición de los derechos de los Mundiales de 2002 y 2006.
Finalmente presentó suspensión de pagos en 2002, al fracasar todos los intentos de rescate de los bancos acreedores y de los socios minoritarios.
El grupo Kirch tenía por entonces una deuda acumulada de 6.500 millones de euros (unos US$ 9.200 millones).
El propio magnate y fundador del grupo consideró responsable de la quiebra de su imperio al entonces presidente del Deutsche Bank, Rolf Breuer, contra el que emprendió un largo litigio judicial.