Las constructoras que se acercaron al prometedor universo de la minería están sacando cuentas alegres. Es el caso de Salfacorp, Besalco y Echeverría Izquierdo (EISA), que en sus resultados a septiembre consolidan una fuerte trayectoria de recuperación.
Mientras el ingreso conjunto de estas tres firmas sube 5,5% a $ 2 billones (millones de millones) en el período, la utilidad neta suma casi $ 85 mil millones, lo que representa un incremento de más de 20% interanual, principalmente gracias a la expansión de casi un tercio que registró Besalco.
Junto con el indiscutido liderazgo que esta última mantiene con Salfacorp en términos de escala, EISA ha surgido como una empresa particularmente rentable, desde que en 2020 centró sus esfuerzos en la minería: actualmente, el 57% de sus ingresos provienen de esta actividad, versus el 30% de hace cinco años.
Con ello ostenta el mejor retorno de capital (12% a septiembre, anualizado), gracias a una operación más liviana y a una alta rotación de activos. El mercado ha reconocido esta tendencia: el precio de la acción de EISA se ha disparado casi 190% en el curso de 2025.
Los blacklogs de estas tres compañías evidencian, en gran parte, los lucrativos compromisos con la minería. Salfacorp registra $ 1,86 billón, con 70% atribuible a su brazo industrial Ingeniería y Construcción. Besalco suma $ 1,5 billón, principalmente gracias a Servicios de maquinarias y Obras civiles. Y en el caso de EISA, las unidades Construcción y montajes industriales, junto con Servicios especializados industriales, explican cuatro quintos del backlog total de $ 766 mil millones.
Todo contrasta con el resto del mundo constructor, que se ha visto lastrado por el deterioro de los negocios inmobiliarios. El resultado de 2024 es ilustrativo: frente a los $ 116.600 millones que el top tres recaudó en conjunto, la utilidad sumada de cuatro otras empresas del sector no superó los $ 20 mil millones, y si se netea con las pérdidas de Socovesa, se esfuma por completo.
Futuro del sector inmobiliario
No sólo las constructoras del top tres han destacado en 2025, también varios títulos más expuestos a inmobiliario exhiben retornos significativos. De hecho, el desempeño extraordinario de EISA es seguido por el alza de casi 170% que registra Ingevec -un caso destacado de recuperación dentro del segmento-. Mientras Besalco sube más de 120% y Salfacorp le pisa los talones, Paz se duplicó, y Socovesa con Moller suben un poco más de 80%.
“Estimamos que en 2026 seguiremos con rangos de cifras similares en cuanto a inversión en construcción y backlog para las compañías del sector, lo que es un escenario muy positivo”, dijo a DF el analista de Estudios de Bci Corredor de Bolsa, Ignacio Sobarzo. Sin embargo, sostuvo que "para los segmentos inmobiliarios, si bien esperamos recuperación en términos generales, estos serán más graduales, debido al gran número de viviendas terminadas en stock que las inmobiliarias mantienen en inventario".
Datos de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) validan la expectativa de mejora. El Índice Mensual de Actividad en Infraestructura (Imacinf) desde junio del año pasado ha mostrado una variación interanual positiva, y con crecimientos de doble dígito en los últimos meses. A septiembre, el Índice de Actividad Mensual de la Construcción (Imacon) encadenó una sexta variación anual positiva, tras 40 meses en negativo.
El gerente de Estudios y Políticas Públicas de la CChC, Nicolás León, proyecta mejores ventas a nivel nacional para este año y el próximo, "lo que se explica principalmente por el efecto dinamizador del subsidio a la tasa más el Fogaes y, en menor medida, por caídas graduales pero consistentes de la tasa de interés hipotecaria".
"Se espera que el mercado se mantenga dinamizado en lo que queda de este año hasta la primera parte de 2026, que es cuando seguirán existiendo cupos de subsidio a la tasa disponibles", anticipó el ejecutivo.
Sobarzo calculó que le tomaría entre dos años al sector inmobiliario recuperar las rentabilidades de la prepandemia y que incluso existe la posibilidad de que, una vez recuperado, el sector opere con retornos algo inferiores a su promedio histórico, considerando su alta sensibilidad a condiciones macroeconómicas de largo plazo.
“En términos bursátiles, creemos que el mercado ya ha internalizado un escenario bastante positivo y que el espacio ya no es mucho. Sin embargo, esto podría mejorar en la medida de que se visualicen más catalizadores en el futuro”, estimó.
Desde su posición aventajada, EISA sí está impulsando proyectos inmobiliarios. El CEO de la compañía, Pablo Ivelic, apuesta a que "habrá mucha demanda y no será suficiente. Entonces volverá de nuevo la otra ola: las empresas empezarán a hacer proyectos y los bancos van a querer financiarlos. Hay una perspectiva de que en el futuro cercano el comportamiento de la renta inmobiliaria mejore sustancialmente".
"Quienes están lanzando proyectos son los que tienen la posibilidad, desde el punto de vista de su estructura financiera, de comprometerse hoy para los próximos años, porque las restricciones financieras han sido duras. Y si bien ahora están más relajadas, las empresas que son sólo inmobiliarias aún tienen mucha plata en la calle, entonces les es difícil entrar en un proyecto nuevo. Y quienes tenemos la fortuna de participar en otros negocios, tenemos mayor capital para generar estas inversiones", puntualizó el ejecutivo.
Sobarzo insistió en que, en el contexto de fuerte aumento que vio la oferta de viviendas durante los últimos cinco años, mientras el inventario disponible no disminuya o los meses de oferta no empiecen a mostrar un ritmo más acelerado de ventas, es poco probable que las empresas retomen un volumen importante de nuevos lanzamientos.