Son días de mucha conversación al interior de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC). Y es que hace unas semanas reflotó un debate que lleva años rondando a la casona ubicada en Monseñor Sótero Sanz en Providencia: ampliar o no la cantidad de ramas socias.
Desde el año 1979, son seis los gremios que conforman la multigremial: la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (CNC), la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) y la Asociación de Bancos (ABIF), que fue la última rama en unirse.
Desde ese momento, se ha mantenido inalterable la cifra de socios. Sin embargo, la conversación en torno a la posibilidad de abrirse a nuevos rubros y actores se ha instalado en la interna en varias oportunidades. Pasó bajó la gestión de Andrés Santa Cruz entre 2013 y 2015, luego con Alfonso Swett Opazo e, incluso, bajo la reciente gestión de Ricardo Mewes.
Una discusión que ahora volvió a estar sobre la mesa bajo la gestión de la actual líder del mundo empresarial: Susana Jiménez.
Para varios, se trata de un debate “natural”, dados los cambios que ha vivido el país en los últimos años, explicaron.
“Hay una serie de nuevos negocios, empresas y asociaciones que antes no estaban, y que tienen un peso significativo en nuestra economía, es esperable que la CPC busque considerar e integrar esas voces”, contó un conocedor, quien destaca que, además, la CPC ya mantiene una estrecha relación con varios sectores que no son gremios asociados, como por ejemplo, las aseguradoras. De hecho, en pandemia, la CPC en varias oportunidades respaldó a la Asociación de Aseguradores de Chile en la discusión en torno a los “anticipos” de las rentas vitalicias.
De todas formas, la propia Jiménez sinceró que se trata de una discusión de carácter incipiente al interior del actual comité ejecutivo. “Es una primera conversación, muy preliminar. Es en el fondo ver si queremos ampliarnos, no pensando necesariamente en otras ramas en particular, sino que más bien pensando en si eventualmente el día de mañana uno quisiera nuevos socios, incorporar nuevas industrias o gremios que hoy día no están representados formalmente”, señaló.
Las ideas en la mesa
Hasta el momento, no hay una propuesta formal ni tampoco una fórmula. De hecho, Jiménez planteó que la incorporación de nuevos sectores o actores no necesariamente debe ser a través de la figura de gremios socios.
“Puede haber distintas formas. Esto no necesariamente es un cambio de estatutos, por ejemplo. Uno puede pensar en colaboraciones, en integraciones a los comités de trabajo o incorporación como socio en alguna otra categoría. Acá estamos súper abiertos y es parte de los diálogos que debemos tener”, dijo Jiménez, quien agregó que la finalidad del diálogo es formalizar un vínculo que ya existe.
“A nosotros nos convoca poner en el debate y en el diseño de políticas públicas la visión empresarial, y por lo tanto, siempre estamos atentos a lo que está pasando, no porque no sean parte de nuestros socios vamos a ignorar lo que pueda pasar en otros sectores”, enfatizó, y recalcó que “la idea es avanzar con la venia o con el interés de todas las ramas”.
La recepción
Tras las primeras aproximaciones, no hay una tendencia entre los gremios ni a favor ni en contra de la idea de Jiménez.
“No tiene sentido cerrarse a debatir, es sano discutir eso. Es un debate que arrastra hace años el comité ejecutivo”, destacó un conocedor del tema.
Otro empresario comentó que si bien está abierto a dialogar, admitió tener ciertas preocupaciones, como por ejemplo que la incorporación de actores pueda “debilitar” a otras ramas, al incentivar “una especie de migración”.
Las inquietudes de otros van más bien en línea con algo operativo. “Si ya es complejo organizar a seis ramas, con realidades completamente distintas, cómo lo será con ocho o 10”, advirtió.
La reforma de estatutos que impulsó Juan Sutil
En noviembre de 2021 la CPC aprobó una importante reforma estatutaria.
Las modificaciones impulsadas por el entonces presidente de la multigremial, Juan Sutil, tenían tres focos centrales.
En primer término, se suprimió de los estatutos la vicepresidencia rotativa, la cual cambiaba entre los presidentes de rama cada cuatro meses.
De la mano de este cambio, se creó un cargo de vicepresidente que será elegido junto con el correspondiente al presidente de la CPC.
Como segundo punto, y el más relevante, se redefinieron los requisitos para postular a los cargos de presidente y vicepresidente de la CPC, y se comenzó a exigir que los postulantes tuvieran una trayectoria gremial. Esto implica que sean consejeros en ejercicio de una de las ramas o ser expresidente de alguna de las ramas en los últimos dos períodos.
El tercer eje estableció la creación de Instancias Colaborativas con Gremios Regionales vinculados a las ramas de la CPC.