El impacto económico del vertido de petróleo en el
Golfo de México será "duradero y sustancial", aseguró hoy el
presidente de EE.UU., Barack Obama, al término de una sesión informativa en la
Casa Blanca sobre el problema.
En declaraciones en la sala del Gabinete, donde se reunió con sus asesores para
el medio ambiente y el responsable de la coordinación de la lucha contra el
vertido, el almirante Thad Allen, Obama indicó que pese a todo "saldremos
de esta crisis".
"Conseguiremos controlar el daño y devolveremos las costas a su condición
original de tal modo que se mejoren las condiciones de vida para la gente que
allí habita", declaró el presidente estadounidense, quien se ha desplazado
en tres ocasiones a las costas de Luisiana para supervisar los daños del
vertido.
"Ese ecosistema es fuerte y la gente de la costa del golfo es
fuerte", aseguró Obama.
Según el presidente estadounidense, el compromiso del Gobierno es
"sustancial y continuo" para luchar contra la marea negra y reducir
las consecuencias económicas para la población al mínimo.
Tras participar en la sesión informativa, el presidente indicó que los últimos
esfuerzos por contener el derrame, mediante una campana colocada sobre los
restos del pozo averiado en el Golfo, "han comenzado a capturar parte del
crudo".
No obstante, puntualizó que hasta el momento se desconoce exactamente cuánto petróleo
se ha conseguido trasvasar a los petroleros que aguardan en la superficie.