El presidente de EE.UU., Barack Obama,
se declaró hoy "sorprendido y honrado" por la concesión del premio
Nobel de la Paz a su persona.
En una intervención en la Rosaleda de la Casa Blanca, Obama
aseguró que acepta el premio como "un llamamiento a la acción" para
resolver los problemas mundiales, entre los que enumeró la lucha
contra el cambio climático o el conflicto israelo-palestino.
Según aseguró, no percibe el galardón como "un reconocimiento" a
sus "propios logros", sino a las metas que se ha fijado para el
mundo.
"No tengo la impresión de que merezca estar en la compañía de
tantas personalidades transformadoras que han sido homenajeadas con
este premio", reconoció el presidente estadounidense.
En una nota más personal, reveló que esta mañana su hija Sasha,
de ocho años, le comunicó: "Papá, has ganado el premio Nobel de la
Paz. Y es el cumpleaños de Bo", el perro de la familia presidencial.
"No hay nada como tener hijos para conservar la perspectiva de
las cosas", bromeó el presidente estadounidense.
Se trata de la tercera vez que recibe el Nobel de la Paz un
presidente de Estados Unidos en activo, después de Theodore
Roosevelt (1906) y de Woodrow Wilson (1919).