El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó hoy que los líderes en Europa tendrán que "tomar una decisión acerca de cómo conjuntar la integración monetaria con un conjunto más efectivo de políticas fiscales coordinadas".
En una mesa redonda con un reducido grupo de medios de habla hispana, entre ellos Efe, el presidente estadounidense abordó la actual crisis de la deuda y señaló que la solución a largo plazo llegará "si los mercados tienen confianza en que los países con superávit en Europa están dispuestos a respaldar a sus socios en la eurozona".
Las declaraciones de Obama se producían cuando las bolsas vivían hoy una jornada negra, arrastradas por el impacto del rumor de que Grecia se encuentra cerca de la bancarrota, que de producirse dejaría un agujero de cerca de dos billones de euros en la banca europea.
El secretario de Estado de Finanzas griego, Filipos Sajinidis, reconoció que Atenas tan sólo tiene efectivo para pagar sueldos y pensiones hasta octubre, y que la llegada del sexto tramo del primer rescate es esencial para evitar el impago.
El presidente estadounidense reconoció que la crisis está teniendo un "impacto enorme en toda la economía, no sólo en Estados Unidos". Por ello subrayó: "nos encontramos en profundo contacto con los europeos para tratar de resolver esta crisis".