El Departamento de Defensa no puede justificar cómo ha
empleado US$ 8.700 millones, 95% de un fondo de reconstrucción para Irak, según
ha puesto de manifiesto una auditoría hoy.
La cantidad desaparecida, según el informe del Inspector General Especial para
la Reconstrucción de Irak, es dinero iraquí procedente de las ventas de
petróleo entre 2004 y 2007 y que gestiona el Pentágono.
De la cantidad "desaparecida", el Pentágono desconoce por completo
qué ha ocurrido con US$ .600 millones.
El resto del dinero es de difícil localización debido a una mala contabilidad,
la falta de control de los gastos y la falta de establecimiento de cuentas
bancarias especiales, como ordena el Departamento del Tesoro para estos casos,
indica el informe, que menciona "falta de instrucciones" contables y "fallos
en el control financiero y de gestión".
Eso, indica la oficina del Inspector General, "ha dejado esos fondos
vulnerables a usos indebidos".