Estados Unidos sigue mostrando datos mixtos. Ayer se informó que la semana pasada las peticiones de desempleo bajaron inesperadamente a su menor nivel en cinco años, mientras el primer trimestre registró un aumento de la productividad y el déficit comercial cayó en marzo, debido a un descenso de las importaciones por un menor consumo.
El mercado laboral sigue mostrando resiliencia, a pesar de la desaceleración económica. La cifra semanal de solicitudes de subsidios por desempleo se ubicó en 324.000, según el Departamento de Trabajo.
El reporte sugiere que aunque los empleadores han sido tímidos a la hora de contratar, están sintiendo menos presión para despedir a trabajadores. “Los empleadores no están despidiendo gente, pero tampoco están necesariamente entusiasmados en contratar más”, señaló Tom Simons, economista de Jefferies, a Bloomberg. “Es por el bajo nivel de crecimiento en la economía y cautela sobre el futuro de la política fiscal”.
El número de despidos planificados por firmas estadounidenses cayó en abril a su menor nivel del año, según un reporte de la consultora Challenger, Gray & Christmas. Fue el nivel más bajo desde diciembre.
La desaceleración reciente aún no ha provocado un aumento o expansión de los despidos, dijo John Challenger, presidente ejecutivo de Challenger, Gray & Christmas.
Hoy el Departamento de Trabajo difunde sus datos laborales de abril. Los sondeos de Reuters y Bloomberg coinciden en pronosticar que mostrarán que la economía creó 145.000 empleos el mes pasado, repuntando tras los decepcionantes 88.000 puestos generados en marzo. La tasa de desempleo probablemente se mantendrá en 7,6%, la menor cifra en cuatro años.
Mayor productividad
En otro informe, el Departamento del Trabajo dijo que la productividad no agrícola subió modestamente en el primer trimestre debido a que el crecimiento en la producción se aceleró con fuerza, al tiempo que los empleadores desaceleraron el avance en las horas trabajadas por su personal.
La productividad subió a una tasa anual de 0,7%, menos que el avance de 1,2% estimado por economistas consultados por Reuters.
Por otra parte, datos del Departamento de Comercio mostraron que el déficit comercial cayó más a lo esperado en marzo debido a que las importaciones registraron su mayor baja desde 2009.
El déficit comercial se redujo en 11%, a US$ 38.800 millones, la segunda menor lectura desde enero de 2010.
El declive en las importaciones de bienes se dio en casi todos los frentes, lo que se sumó a señales de una débil demanda interna ya marcada por débiles ventas minoristas y datos manufactureros.