El presidente del Banco de la Reserva Federal (Fed) de Dallas, Richard Fisher, afirmó hoy que no ve necesarios nuevos planes de estímulo para impulsar la recuperación de la economía de EEUU.
"El problema no es de liquidez", dijo hoy Fisher al canal de televisión estadounidense CNBC.
Haciendo un paralelo entre la economía de EEUU y un automóvil, Fisher aseguró que en estos momentos el depósito de gasolina está "lleno" y solo es cuestión de saber quién "pisa el acelerador".
"Ahora está fuera de nuestras manos", añadió Fisher, miembro con derecho a voto en las reuniones del Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal.
El economista ya manifestó sus dudas hace meses sobre la compra de bonos de Reserva Federal y ahora, dijo, se opone a ampliar la política de "expansión cuantitativa" del banco central.
A final de este mes concluye el controvertido plan de estímulo monetario aprobado por la Reserva Federal en noviembre pasado y por el que se inyectaron US$ 600.000 millones en el sistema para impulsar la recuperación económica del país.
"Si (el plan de estímulo) sirvió para algo no es la cuestión. El asunto es que concluye en junio", afirmó Fisher en sus declaraciones a ese canal de televisión de temas económicos y financieros.
El presidente de la Reserva de Dallas se mostró confiado en que la economía estadounidense crecerá entre un 3% y un 4% en el segundo semestre.
Respecto a los últimos datos macroeconómicos que han vuelto a despertar los temores de una ralentización de la recuperación, Fisher afirmó que todavía pasará tiempo hasta ver resultados.
"Va a ser un proceso muy lento y ahora lo que necesitamos es centrarnos en la parte fiscal", añadió a la CNBC.
En este sentido, subrayó que las empresas necesitan mayor "claridad" antes de retomar las contrataciones de personal.