Noticias alentadores llegaron desde Europa. La recesión de España se moderó en el segundo trimestre, apoyando el argumento del gobierno de que habrá una recuperación económica en el segundo semestre, y la confianza económica de la zona euro.
El Producto Interno Bruto se contrajo 0,1% respecto del primer trimestre, cuando bajó 0,5%, informó el Instituto Nacional de Estadísticas. Con esto, la tasa interanual se redujo a 1,7% desde 2% entre enero y marzo.
Con la cifra provisional del segundo trimestre, la economía española acumula ocho trimestres de crecimiento negativo, mientras que en términos interanuales el PIB suma siete trimestres de retrocesos.
La inflación en julio fue de 1,8%, dijo el INE en un informe separado.
El ministro de Economía, Luis de Guindos, aseguró la semana pasada que el gobierno debe continuar reformando a la cuarta mayor economía de la zona euro para consolidar una recuperación frágil.
La tasa de desempleo bajó a 26,3% en el segundo trimestre, desde un récord de 27,2%, informó el INE la semana pasada.
Optimismo en zona euro
Por su parte, la Comisión Europea informó que la confianza económica en la zona euro se elevó por tercer mes consecutivo en julio, alcanzando su mayor nivel en quince meses.
El índice compuesto de la confianza de los ejecutivos y los consumidores subió a 92,5 puntos desde 91,3 puntos en junio. Esta es la mayor lectura desde abril del año pasado.
La confianza mejoró en casi todas las áreas, siendo la excepción la construcción. Sólo una de las cinco mayores economías -Holanda- registró un deterioro de 2 puntos, mientras que la lectura en Alemania aumentó en 0,7 punto y en Francia creció en 1,2 punto. El optimismo en España también mejoró 1,2 punto hasta 93,5 puntos.
En tanto, la confianza de los consumidores en Alemania llegó a su mayor nivel en casi seis años, lo que animó las expectativas de que el gasto privado ayudará a la mayor economía europea a soportar una débil demanda desde el exterior.
La consultora GfK anunció que su indicador de la confianza de los consumidores trepó a 7 puntos para agosto, su máximo desde antes de que estallara la crisis financiera en septiembre de 2007.
“La continua estabilidad de las perspectivas de trabajo y una tasa moderada de inflación provocaron que el optimismo subiera una vez más”, explicó la firma.