“Lo único que estamos pidiendo es lo justo: estar pagados para trabajos realizados (sic) y ser valorados como empleados”. Con esas palabras finaliza el post que desde la semana pasada circula a través de redes sociales -específicamente LinkedIn- redactado por una extrabajadora de la startup chilena de idiomas, Políglota.
La acusación de la coach -como se le llama a los profesores que enseñan a través del programa- es concisa: “Los coaches de Chile llevan tres semanas sin pago, y los coaches internacionales llevan casi cuatro meses”. A la fecha, la publicación ha sido reposteada por más de 40 usuarios.
La situación denunciada no es nueva. Fuentes cercanas a Políglota señalan a DF MAS que la empresa se viene retrasando con pagos a sus profesores desde hace casi dos años. Actualmente, la startup tiene 80 empleados repartidos en los cuatro países donde mantiene operaciones -Chile, Perú, Colombia y México- y suma una red de más de 300 coaches que imparten clases grupales e individuales de inglés, alemán, italiano, francés, portugués y español a más de 50.000 estudiantes y empresas que hoy tienen contratadas a Políglota.
La startup fue fundada en 2012 por los chilenos Carlos Aravena, José Sánchez y Nicolás Fuenzalida con el objetivo de democratizar el acceso a diferentes idiomas a través de la práctica y la interacción social. Durante los primeros años, esto se hizo a través de encuentros presenciales en cafeterías y bares de Santiago a los que, entre 2016 y 2020, asistieron más de 4.000 estudiantes.
Con la pandemia, Políglota comenzó a operar en formato online con coaches provenientes de Latinoamérica, Europa y diferentes partes del mundo. Hasta la fecha, estos profesores trabajan para la firma de manera independiente: en Chile lo hacen a través de boletas de honorarios y en el exterior se les paga a través de la plataforma para pagos internacionales, Deel Payment. Al estar contratados con modalidad freelance, éstos pueden elegir la frecuencia y horario que más les acomode para impartir sus clases.
Con su versión digital, a inicios de 2021 la startup entró a YCombinator. En mayo de ese año, levantó una ronda por US$ 2,5 millones con inversionistas como FEN Ventures, Invexor Capital, Liquid 2 Ventures, Investo y la misma aceleradora originaria de San Francisco.
La valorización de la startup, entonces, ascendió a US$ 50 millones.
Los primeros años con este nuevo sistema de clases online funcionaron con total normalidad, aseguran exfuncionarios de la empresa a DF MAS. Políglota ofrecía una alternativa profesional para trabajadores que quisieran impartir clases de manera independiente: se les presentaban oportunidades de crecimiento, de participación en otros proyectos en paralelo, se organizaban actividades mensuales de teambuilding y, sobre todo, había disponible un canal de comunicación expedito con la empresa en caso de problemas y/o inconvenientes.
En resumen, aseguran fuentes, existía una sensación de comunidad.
Los primeros retrasos
Fue a finales de 2022, afirman cercanos a la empresa, que la situación en Políglota comenzó a cambiar. Se redujeron las instancias organizadas entre coaches y funcionarios de la startup, hubo cambios en el formato de las clases (específicamente en las grupales, donde se aumentó el numero de estudiates pero disminuyó el tiempo de cada sesión) y, por primera vez, se comenzaron a producir algunos desfases de horas o días en los pagos pactados.
La situación -aunque en menor magnitud a la actual- se volvió recurrente para 2023 y 2024. En dichos casos, afirman fuentes conocedoras, Políglota respondió a los afectados a través de diversos correos electrónicos en los que, sin dar explicaciones concisas, se comprometían a nuevas fechas de pago. Al cabo de días o -a veces- semanas los montos pactados aparecían con normalidad.
La situación escaló hasta mediados de este año, cuando el domingo pasado una excoach denunció el retraso en los pagos a través de la red social. “No contestan correos, no hay reuniones. Borran los comentarios en RRSS. Necesitamos apoyo tanto de coaches como de estudiantes para presionar para que hagan algo al respecto”, alegó la exprofesora en su posteo.
Se trata de un escenario confuso para los profesores de la startup, aseguran cercanos. En abril de este año, Políglota cerró una exitosa ronda de inversión por US$ 1,5 millones a través de la plataforma de crowdfunding, Broota. En ella participaron Chile Global Ventures, los fondos familiares Bleeker Group Sl, Inversiones Ensenada, Inversiones Lorenzo di Pontti, Evanston Inversiones; y también personajes como Alejandro Pérez (CEO de Farmex) y Diego Hurtado (CEO de Papa John’s Chile).
Los fondos recaudados, aseguraron sus fundadores a DF en mayo pasado, serían destinados a escalar el negocio B2B de la empresa en México, donde imparten cursos para trabajadores de Walmart, Engie y Krispy Kreme.
Otras fuentes plantean una segunda inquietud: los estudiantes de Políglota deben pagar por el curso contratado antes de que éste se imparta, por lo que -en teoría- si hay alumnos, deberían existir recursos para remunerar a quienes les enseñan.
La respuesta de la empresa
Consultado Políglota por la situación, Carlos Aravena, su CEO, afirmó a DF MAS que los retrasos en pagos a coaches responden a desajustes que han enfrentado en ciclos de proyectos internacionales de gran envergadura -como programas de capacitación para grandes empresas multinacionales en diferentes países, precisa- cuyos plazos de pago han sido más largos de lo esperado por Políglota.
De todas formas, “reconocemos plenamente la situación y nos hacemos cargo, lamentamos las dificultades que ha causado y queremos ser claros: ya hemos iniciado un plan concreto de normalización, manteniendo contacto directo y permanente con cada coach afectado”, aseguró.
Sobre los retrasos ocurridos específicamente entre 2023 y 2024, el fundador afirma que han sido “principalmente por ajustes administrativos o cierres de procesos en períodos de alta demanda (...) Es importante aclarar que, aunque en distintas ocasiones los pagos se han retrasado, éstos siempre se han cumplido. Reconocemos que no es el estándar que queremos y por eso estamos reforzando procesos para dar más previsibilidad y evitar que vuelva a ocurrir”.
Ante la consulta de posibles problemas financieros dentro de Políglota, Aravena los descarta y asegura que hoy la startup opera con normalidad. “Seguimos creciendo en B2B y desarrollando nuestros programas con estudiantes y empresas en toda la región. (...) Tenemos plena capacidad de continuar entregando el servicio y de cumplir con nuestros compromisos”.