Daniel Necker (63) abre las puertas del garage de su casa ubicada en el sector oriente de Santiago. Allí, entre vitrinas de vidrio, repisas en altura, cajas plásticas y compartimentos especialmente diseñados, el alemán originario de Hamburgo guarda más de 12.000 objetos, juguetes y accesorios de la marca Porsche. Es una colección que comenzó hace más de 30 años y que hoy se considera la más grande en el mundo, afirma el alemán. “Reconocida incluso por Chat GPT”, añade, con humor.
Su catálogo, actualizado a julio de 2025, tiene 880 páginas. En ellas hay 11 modelos diferentes de autos de la marca -la mayoría con 0 kilómetros-, cascos de carrera, bicicletas, un tractor y objetos más pequeños como autos de juguete -de los años ‘50 y ‘60 principalmente- en sus cajas originales, llaveros, billeteras, medallas, monedas, parches bordados, botellas de alcohol y joyas diseñadas por Swarovski. “Aquí no hay nada chino. Son todos objetos auténticos de la marca”, recalca Necker.
El 90% de su colección la ha adquirido a través de compras y subastas online -principalmente por eBay y Sotheby’s- en Alemania, Austria, Suiza, Estados Unidos, Japón e Inglaterra. Los precios de compra, calcula, van desde los € 100 hasta los € 3.000. Todo, en condiciones impecables: “Sólo compro artículos que están entre un 8 y 10 de estado. Y si tengo un 8 y me encuentro con un 9, lo reemplazo y lo vendo”, afirma.

El garage, sin embargo, ya le queda chico. Es por eso que entre mayo y junio de 2026, Necker trasladará parte de su mundo Porsche a una nueva dirección: Av. Nueva Costanera. Ahí, junto a sus socios Ernesto Mosso, diseñador argentino y fundador de la marca de joyería Mosso; y Boris Garafulic, expiloto automovilístico chileno y fundador de la administradora general de fondos Vision Advisor; abrirán “Club 911 Collection”, un espacio pensado y diseñado para amantes del lujo y la exclusividad en Chile.
El primer cortocircuito
Stuttgart, sur de Alemania. Ahí, con 8 años, en un verano que pasó junto a su padrino Harald Wagner, Daniel Necker conoció los autos Porsche. No es coincidencia: Wagner era primo de segundo grado de Ferry Porsche –fundador de la marca junto a su padre, Ferdinand– y, además, director de ventas de la compañía en Alemania. “Él me llevó varias veces a la fábrica de Zuffenhausen (donde Porsche tiene su central) y también a la autopista a probar con él los últimos modelos… Ahí se produjo el primer cortocircuito”, rememora el alemán.
Por esos años, Necker adquirió lo que serían los primeros objetos de su colección: una serie de calendarios que le enviaba Wagner. Sin embargo, admite, no fue hasta que llegó a instalarse a Chile, en los años ‘90, que comenzó a coleccionar, conscientemente, objetos de la marca.
El alemán aterrizó en Chile por primera vez cuando tenía 21 años y cursaba la carrera de comercio marítimo en Alemania. En principio, rememora, su estadía estaba pensada para durar un año, pero terminó quedándose seis. Se casó con una chilena. Y, aunque intentó volver a Alemania a vivir, “no aguanté y me devolví”. Desde ese entonces, Necker está radicado aquí.
En 2004 compró -por cerca de US$ 150 mil de la época, US$ 258 mil al cambio de hoy- su primer auto para coleccionar: un Porsche 996 Turbo S Cabriolet. Con la llegada de internet, por esos mismos años, Necker intensificó su búsqueda de objetos. Lo hacía, principalmente, por eBay. Desde ese entonces, cuenta, hasta el día de hoy pasa entre una y dos horas diarias haciendo “research” y “comprando más, más y más cositas. Esto hay que verlo como un puzzle… Al principio tenía un 5%, hoy tengo el 98%”, afirma.

Sobre la logística, Necker explica que todo lo compra con envío a Europa o Estados Unidos y, desde ahí, él mismo los trae en maletas. Además, intenta ir una vez al año a Stuttgart, ya sea para buscar objetos o visitar las dependencias de la marca. Es tan directa su relación, asegura, que “el director del museo Porsche me conoce perfectamente e, incluso, quiere venir para la inauguración del club”.
¿Maletas a Miami?
Tras el estallido social de 2019, Daniel Necker quiso trasladar su colección a Florida, Estados Unidos, dado el “boom inmobiliario”, cuenta.
En 2023 entró de lleno al proyecto MiaBlu, que contemplaba la construcción de un edificio multifamily en Downtown Miami con un restaurante para exhibir ahí su colección. La iniciativa de cerca de US$ 150 millones estaba ligada a la inmobiliaria norteamericana, Royal Palm Companies, y la administradora de fondos de inversión privada Insignia Alternative Assets, creada por los exejecutivos de LarrainVial, Christian Bourke y Ricardo Pérez.
Pero, cuenta, “después de haber evaluado bien, me di cuenta de que los riesgos de hacer algo allá sin conocer el mercado eran muy grandes”. A principios de este año, entonces, decidió suspender su participación. Se avecinaba otro proyecto.
El foco en el lujo
Además de coleccionista, Daniel Necker es uno de los cinco fundadores de Porsche Club de Chile, el primer grupo de aficionados en el país que recibió el visto bueno de la marca. Entre los otros artífices están Ernesto Mosso y Boris Garafulic. Los tres ahora son los socios en Club 911 Collection.
La idea de hacer algo juntos se gestó a mediados de año y se dio a partir de que Ernesto Mosso está por abrir una sucursal de su joyería (Mosso) en Nueva Costanera junto a la primera boutique en Latinoamérica de los relojes de lujo de origen suizo, Audemars Piguet.
El espacio daba para algo más. Ahí, cuenta Necker, comenzaron las conversaciones. “Él me dijo: ‘Arrendemos juntos’. Y el tema de los relojes, las joyas con los autos la verdad es que es un perfect match… Me convenció”, cuenta.
Boris Garafulic, fundador de Vision Advisor, relata que cuando Mosso y Necker le comentaron la idea, “llegamos a la conclusión de que podía tener sentido aunar estos tres mundos -yo el financiero, Ernesto en la joyería y diseño; y Daniel con la pasión por la marca- en un proyecto en común”.
El resultado fue Club 911 Collection, un espacio de dos pisos -el primero de 180m2 y el segundo, una terraza, de 150m2- que esperan inaugurar entre mayo y junio del próximo año. Los socios esperan que funcione como club privado con membresías -pensadas, por ahora, en un valor de 25 UF al año- con las que se podrá acceder a un restaurante en el lugar, un lounge y un museo con parte de la colección de Necker, que cambiará cada tres meses.
La idea, coinciden, es crear un lugar de encuentro “VIP” con una ambientación inspirada completamente en la colección Porsche. “No existe un producto así en ningún lugar del mundo”, asegura Necker.