El Congreso de la Red Iberoamericana de Periodismo Económico (RIPE) -liderado por Diario Financiero y que tuvo como invitados de honor a los directores de los diarios integrantes de la red El Economista de México, Gestión de Perú, La República de Colombia, 5/días de Paraguay, Expansión de España, El Cronista de Argentina, El Mundo de Venezuela, El Observador de Uruguay y Valor Económico de Brasil- fue la instancia para conocer la opinión de expertos regionales sobre la opción de Latinoamérica para convertirse en una región desarrollada.
Las palabras de bienvenida del evento estuvieron a cargo del ministro de Hacienda, Felipe Larraín, quien destacó el buen pie de Chile frente al delicado momento económico de Europa.
Posteriormente, el ex presidente Ricardo Lagos Escobar precisó que América Latina tiene que tomar como ejemplo a Asia en relación a formar un bloque para negociar a nivel internacional y ver los temas no sólo como país, sino que desde el punto de vista latinoamericano.
Eso sí, pidió no dejar de lado las nuevas demandas que se están generando en las sociedades, que han ido apareciendo de la mano del progreso que está alcanzando la región. Para ello, pidió reformas que, a su juicio, son necesarias para enfrentar estos nuevos tiempos, como una nuevo cambio tributario en Chile.
En esa línea, el respetado economista y director del Instituto Libertad y Desarrollo de Perú, Hernando de Soto, planteó que la crisis de Europa es una oportunidad para la región, dado que hay una crisis de confianza en "los países del norte" y esa instancia debe ser aprovechada por América Latina.
La exposición final del primer bloque estuvo a cargo del economista José Piñera, quien presentó un "decálogo" que debiera aplicar Chile con miras al desarrollo.
Centró esa discusión en diez materias, entre las que destacó la profundización de las libertades, una revolución educacional -centrada en los contenidos que se imparten y no en las becas que otorga un gobierno-, una modernización a fondo del Estado, avanzar en la agenda competitiva y no ceder a las encuestas ni a las propuestas de carácter populista para no poner en riesgo lo que se ha avanzado en los últimos años.
El secretario de estado tomó un rol político y defendió la calidad de las estadísticas del país
Larraín defiende la conducción fiscal: "Lo que está en juego es el desarrollo"
Chile podría alcanzar ese status entre 2016 y 2017, si se mantiene el crecimiento promedio de esta administración, dijo.
Si hubo una herramienta que le generó credibilidad en materia económica a Chile en los últimos años, esa fue la regla de balance estructural.
En los últimos meses, la administración Piñera ha sufrido varios cuestionamientos por la forma en que ha administrado este instrumento, por lo que en el marco del Primer Congreso de la Red Iberoamericana de Periodismo Económico (RIPE), ante una audiencia de varios países y frente a los directores de medios de prensa económicos más importantes de España y América Latina, Larraín defendió la política fiscal al afirmar que "desde el gobierno les quiero decir que no vamos a ceder en la responsabilidad, no sólo en la conducción macroeconómica y fiscal, sino en la conducción de las políticas públicas, porque lo que está en juego es mucho, es el desarrollo".
Por ello, Larraín también se dio unos minutos para opinar en un tono más político y afirmó que la emisión del bono soberano que realizó Chile la semana pasada en EEUU "es la mejor respuesta a algunos, pocos, que interesadamente han sembrando dudas sobre las calidad de las estadísticas chilenas. Algunos que no han trepidado en sembrar dudas sobre diversas cifras y que, en forma absolutamente interesada, han intentado hacer un daño a nuestro país".
En ese marco, se atrevió con algunas apuestas. Planteó incluso que el desarrollo podría alcanzarse antes de 2018. ¿Es posible de hacer? "Claro que sí. Hoy es posible decir que si Chile mantuviera el crecimiento promedio del período 2010-2013, llegaríamos antes del 2018, entre 2016 y 2017, a ser un país desarrollado".
Su explicación se fundamenta en que "el año 2010 saltamos a US$ 16.193 per cápita, el 2011 a US$ 17.361. ¿Cuál es la proyección 2012? La del FMI es de US$ 18.354 para Chile, pero esto se hizo con las cifras de población implícitas antes del Censo. ¿Qué pasa si corregimos esto por la cifra preliminar del Censo que dice que en Chile no somos 17,3 millones de chilenos sino 16,6? Bueno que tenemos US$ 19.273 de ingreso per cápita". Cerró esa reflexión con una broma dirigida a los extranjeros asistentes: "Si ustedes quieren aumentar su producto per cápita hagan un Censo que puede darles un aumento".
Más serio, fue tajante al señalar que "me preocupa que exista en nuestro país un divorcio entre las demandas, como que tuviéramos demandas de país desarrollado e ingreso de país medio alto, y yo creo que el gran riesgo es que de repente cedamos en la tentación del populismo. Ese es uno de los mayores peligros que han enfrentado muchos países, no solamente en la región, en el mundo".
Clasificación de riesgo de Chile podría mejorar
Optimista se mostró el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, tras la emisión de un bono soberano, con tramos a 10 y 30 años, por un total de US$ 1.500 millones la semana pasada.
Según el secretario de Estado "cuando un país coloca al 2,38% en las mejores condiciones de la historia de Chile, de la historia de Latinoamérica y de la historia del mundo emergente eso significa una confianza que por si sola responde a los críticos y a quienes han sembrado esas dudas".
Es una tasa, explica Larraín, que incluso supera a fondos en Singapur que tiene clasificación AAA. "Incluso estamos captando en mejores condiciones o superiores de países que tienen clasificaciones de riesgo mejores que la nuestra (...) Uno esperaría con eso que la clasificación de riesgo de Chile pudiera mejorar luego de lo que ocurrió en los mercados".
Así, según el ministro, en los dos bonos se anotó el registro más bajo para todo el mundo emergente en la historia y eso es una muestra de confianza en el país y en su economía.