El Consejo Administrativo de Defensa Económica (Cade) de Brasil, la entidad antimonopolios del país, oficializó en una publicación en el Boletín Oficial la decisión sobre que la operadora española Telefónica tiene que elegir entre la venta de una participación de 50% en Vivo o abandonar su posición accionaria en Telecom Italia, dueña de TIM.
El organismo había anunciado la decisión el 4 de diciembre. Pero el martes, Telefónica, que se sorprendió por la determinación, aseguró que no había recibido una notificación formal del Cade sobre la necesidad de vender activos, por lo que no había asumido una posición oficial sobre el tema.
La semana pasada, el diario Valor Económico se enteró de que Telefónica no pretende dejar Vivo ni su posición accionaria en Telecom Italia debido al plazo establecido por el regulador: la compañía española tendría entre doce y 18 meses para resolver la situación.
Observadores del mercado citados por Valor Económico creen que ese tiempo podría ser suficiente para que Telefónica convenza a las autoridades brasileñas de que lo mejor para el mercado de telecomunicaciones en dicha nación es dividir a TIM en tres partes, distribuyéndolas entre la propia Vivo, además de las rivales Oi y Claro.
De esta manera, la empresa conseguiría resolver dos problemas, uno en cada continente. En Europa, la operadora mantendría su posición como principal accionista de Telecom Italia una vez que opte por comprar, hasta febrero de 2015, la totalidad de las acciones de Telco, el consorcio controlador de la compañía italiana.
En Brasil, la firma conseguiría, con la división de TIM, eliminar a su mayor competidora.
Sanción
Otro tema vinculado con el regulador es una multa de 15 millones de reales
(US$ 6,4 millones) que le aplicó el Cade a Telefónica por no cumplir un acuerdo firmado en 2010.