El director del Fondo Monetario Internacional (FMI),
Dominique Strauss-Kahn, alertó que es posible que la recuperación económica
en marcha no cree trabajos y que se pierda una generación por la crisis.
"Afrontamos un futuro muy incierto", afirmó el
responsable del FMI durante la apertura de la sesión plenaria, quien alertó de
cuatro riesgos para la salud económica del planeta: la elevada deuda pública,
la escasez de puestos de trabajo, la insuficiente cooperación global y las
tareas pendientes para fortalecer el sistema financiero.
Añadió que la recuperación en marcha es "frágil porque es
desigual", al avanzar a dos velocidades, rápida en el mundo emergente y
lenta en el mundo desarrollado.
Strauss-Kahn mencionó que el FMI es razonablemente
"optimista" y descarta una recaída en la crisis del 2007-2009, aunque
reconoció que existen riesgos reales en el proceso de recuperación en marcha.
Apuntó que uno de los principales riesgos es la posibilidad
de que esta sea una "recuperación sin trabajos", sobre todo en los
países avanzados cuyas tasas de crecimiento podrían no ser suficientes para
crear empleos.
"Necesitamos buscar el crecimiento", insistió
Strauss-Kahn durante el discurso inaugural, a lo que añadió que para el hombre
común y corriente la recuperación económica no significa mucho si no hay
creación de empleo.
El director del FMI alertó, a continuación de la
amenaza planteada por los elevados niveles de deuda pública y señaló que los
países que se encuentran en esa situación necesitan adentrarse a medio plazo en
la senda de la austeridad fiscal.
Precisó, aun así, que a medio plazo los países deben agotar
las medidas de estímulo a su disposición para impulsar el crecimiento que se
necesita, sobre todo en EE.UU. y Europa.
Mencionó, por otro lado, que es preciso finalizar el proceso
de reformas en el sector financiero y recordó que el tener "mejores
reglas" no sirve para nada ni no existe supervisión e implementación.
Afirmó, al mismo tiempo, que el mundo fue capaz de escapar a
una Gran Depresión por el espíritu de cooperación que imperó durante los peores
momentos de la crisis.
El director del FMI mencionó que ese espíritu no se
ha desvanecido del todo pero insistió en que "la cooperación no es tan
fuerte como antes" y señaló que "no existen soluciones domésticas a
problemas globales".
Insistió que es imprescindible buscar nuevas fuentes de
crecimiento, incluido el "crecimiento verde" en referencia al sector
de energías renovables.
Recordó, para finalizar, que es preciso un reequilibrio global
que lleve a los países deficitarios a ahorrar más y a los que tienen superávit
a estimular la demanda interna.