Tras la tímida respuesta a la crisis por parte de la Reserva Federal de la semana pasada, el mercado confía en que el Banco Central Europeo (BCE) alivie las tensiones el próximo 6 de octubre.
Se trata de una fecha muy especial, puesto que Jean-Claude Trichet celebrará su última reunión al frente de la institución antes de cederle el testigo al italiano Mario Draghi.
Varios miembros del consejo -el austriaco Ewald Nowotny, el belga Luc Coene o el alemán Jens Weidmann- dejaron entrever este viernes que el BCE anunciará nuevas medidas dentro de dos semanas para combatir el nerviosismo que reina en los mercados.
La crisis de la deuda no mejora, pero es que, además, los inversores vuelven a poner al sector financiero en el ojo del huracán. A posibles problemas de liquidez, se suman ahora las dudas sobre el grado de solvencia de algunas entidades.
Ante este escenario, ¿qué medidas podría tomar la institución monetaria el próximo 6 de octubre?
Rebajas de tasas
El BCE elevó los tipos de interés en abril y julio de este año, hasta 1,5%, pese al contexto de crisis. Sin embargo, el mercado baraja la posibilidad de que la economía entre en una recesión, con lo que se descuenta ya que la institución corrija esas dos subidas, previsiblemente en octubre.
Así lo creen los expertos de RBS y JPMorgan, que esperan un recorte del precio del dinero de 50 puntos básicos. Barclays Capital, por su parte, considera oportuno una rebaja de 25 puntos básicos.
Se trataría de la segunda vez que la institución tiene que dar un giro de 180 grados a su política. En octubre de 2008, poco después de la quiebra del banco estadounidense Lehman Brothers, tuvo que rebajar los tipos, después de que en julio los hubiera elevado hasta 4,25%.
Subastas de liquidez
El Banco Central Europeo (BCE) presta todo el dinero que necesitan los bancos a plazos de entre una semana y tres meses. Los miembros del consejo, que se pronunciaron el pasado viernes, consideraron la posibilidad de retomar las subasta a un plazo de doce meses.
La primera vez que el BCE realizó una operación de este tipo fue en junio de 2009, cuando más de 1.000 bancos europeos pidieron 442.000 millones de euros a la institución a cambio de un tipo fijo de 1%. Celebró dos subastas más a un año, la última, en diciembre de 2009.
Tampoco se descarta que la institución realice también subasta a seis meses. Ya lo hizo en agosto de este año. Un grupo de 114 entidades captaron casi 50.000 millones de euros. Sin embargo, parece que esta operación no ha sido suficiente para reactivar el mercado interbancario, en el que se prestan los bancos entre sí.
Por otro lado, los bancos centrales anunciaron el pasado 15 de septiembre para prestar liquidez en dólares a los bancos europeos. Realizará tres subastas a un plazo de tres meses y por importe ilimitado. Muchos bancos europeos, normalmente de gran tamaño, tienen compromisos a corto plazo en dólares y estaban encontrando dificultades para cubrirlos.
Compras de deuda
La institución puso en marcha en mayo de 2009 un programa de compra de deuda privada para facilitar el acceso de las entidades financieras a los mercados mayoristas de financiación. En concreto, se hizo con más de 60.000 millones de euros en covered bonds (en español, cédulas).
Con ello, consiguió rebajar los costes de financiación y la banca volvió a emitir. Precisamente, Santander fue el primer en estrenarse con una emisión de cédulas hipotecarias en Europa. No se descarta que el banco amplíe este programa, que dejó de usar en junio de 2010. Las entidades están encontrando dificultades para acceder a los mercados mayoristas a unos precios asequibles.
Este programa se añadiría al de compra de deuda pública (SMP, en sus siglas en inglés): el BCE tuvo que reactivarlo el pasado 8 de agosto, en concreto para intervenir en los mercados español e italiano. Desde entonces ha adquirido títulos por valor de más de 70.000 millones.
Modificación de las tasas aplicadas
Cuando se producen episodios de alta tensión, los bancos se refugian en la facilidad de depósito del BCE. Se trata de una especie de recurso que la institución pone a disposición de la banca para que deposite su excedente de liquidez a un día. Cuando aumenta es porque los bancos no se fían y, en vez de prestarse el dinero entre ello, prefieren dejarlo a buen recaudo en el BCE.
En las últimas semanas, ha vuelto a repuntar a niveles muy elevados, de en torno a 130.000 millones de euros. A cambio de esa liquidez, el BCE les da 0,75% de interés. Normalmente, cuando se bajan los tipos oficiales, también se bajan estas rentabilidades. Al final, se busca desincentivar a los bancos para que dejen del dinero ahí y vuelvan a prestárselo a otros bancos.
A su vez, también podría reducir el denominado marginal lending facility rate. Junto a las subastas rutinarias, el BCE ofrece la posibilidad de que los bancos acudan a la ventanilla de emergencia para obtener liquidez cualquier día laborable. Pero a cambio les aplica un tipo penalizador elevado, de 2,25% actualmente. También se podría reducir en la misma proporción que el tipo de interés oficial.