El republicano Jon Huntsman se convierte en el primer
gobernador de Estados Unidos en dar a los empleados públicos una semana laboral
de cuatro días. La medida, que entra en vigor en agosto, está destinada a hacer
frente a los altos precios de los combustibles.
Esta política afectará a partir del 4 de agosto a unos
17.000 empleados, casi el 80% de las personas que trabajan para el Estado,
donde las oficinas públicas estarán abiertas desde las siete de la mañana a las
seis de la tarde. Los
empleados estatales de Utah afectados por la medida podrán quedarse en casa los
viernes, indicó el gobernador.
Las legislaturas de Arkansas, Idaho y Nuevo México
consideran medidas similares. Otros estados ya tienen la semana laboral de
cuatro días como una opción, pero Utah será el primero donde ésta sea la regla.
La semana laboral de cuatro días -cada día de 10 horas de
trabajo- ya se ha hecho común en gobiernos de ciudades y condados en diversas
partes de Estados Unidos donde el precio promedio de la gasolina ha subido casi
un 80% en un año.
La Universidad Misericordia, en el Condado Luzerne
de Pennsylvania, empezará a aplicar la semana laboral de cuatro días el 7 de
julio. Los empleados municipales de la ciudad Anna Maria,
en Florida, empezaron esta semana su experiencia con las cuatro jornadas de
diez horas. Estos funcionarios pueden elegir entre trabajar desde las 7.30 de
la mañana a las 5.30 de la tarde o desde las ocho de la mañana a las seis de la
tarde.