Las dificultades de la región occidental china

La zona se está viendo afectada por los planes de reequilibrar la economía hacia el consumo.

Por: | Publicado: Martes 21 de enero de 2014 a las 05:00 hrs.
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Luego de haber disfrutado un emocionante auge en la última década, las provincias occidentales de China están enfrentando un período desafiante. El crecimiento se ha relajado fuertemente en el último año a medida que la inversión vinculada al estímulo ha perdido potencia. Mientras, la política económica de Xi Jinping se ha enfocado en las provincias costeras orientales, lo que ayudará a reequilibrar la economía hacia el consumo.

La idea dominante en la política regional china durante más de una década fue cerrar las brechas de desarrollo que emergieron entre la costa y el interior después de 1978. Las provincias occidentales se quedaron atrás en los ‘80 y ‘90 mientras la costa disfrutó un período de alto crecimiento, apoyado por las políticas preferenciales del gobierno. El superávit laboral huyó desde occidente a los centros en los deltas de los ríos Yangtsé y Perla. Las desigualdades regionales, que habían sido limitadas bajo la era maoísta, se ampliaron dramáticamente.



Ir a occidente


La respuesta del gobierno fue lanzar la Estrategia de Desarrollo Occidental (WDS, su sigla en inglés) en 2000. El programa exigía un aumento masivo en la inversión en infraestructura en occidente e introducía incentivos para alentar el desarrollo industrial. El WDS fue apoyado con entusiasmo por la administración de Hu Jintao y Wen Jiabao que comenzó a regir en 2003, ya que el plan se asemejaba a las ambiciones más amplias de reducir los niveles de desigualdad. El proceso fue acelerado tras la crisis de 2008, cuando gran parte de la liquidez del paquete de estímulo fluyó a proyectos en la región. La reconstrucción tras el terremoto de 2008 en la provincia occidental de Sichuan también generó un gran salto en la inversión.

Si bien los recursos han entregado resultados tangibles -el Producto Interno Bruto (PIB) de la zona se multiplicó por siete entre 2000 y 2012-, una caída en el crecimiento en la región en el último año ha cortado algo del optimismo. 
La desaceleración ha sido provocada principalmente por una expansión más débil de la inversión. El sector externo, que se suponía surgiría como un nuevo motor de crecimiento en occidente, también ha flaqueado.



De vuelta a oriente


En el pasado, el gobierno habría rescatado a las provincias en problemas al aflojar las palancas de inversión. Sin embargo, la administración de Xi ha señalado su reticencia a adoptar métodos similares, diciendo que quiere rebajar la inversión como proporción del PIB. La agenda asociada a esta meta probablemente tendrá un impacto desproporcionado sobre las provincias occidentales, cuyas economías son guiadas por la inversión y dominadas por el Estado. Los esfuerzos por alentar el rol del consumo en el crecimiento se enfocarán inevitablemente en las provincias costeras más ricas, que tienen bases de consumo más grandes.

La economía occidental de China continuará creciendo a una tasa constante, pero sus días de auge probablemente ya se acabaron.

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