Los negocios que se quedan fuera del podio

Restaurantes, aerolíneas, tiendas, teatros, taxis y algunos hoteles de la capital británica sufren la ausencia de turistas, ejecutivos y viajeros de negocios durante la competición olímpica.

Por: | Publicado: Lunes 6 de agosto de 2012 a las 05:00 hrs.
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Nunca ha sido más fácil que estos días encontrar un taxi libre en Londres, comprar una entrada para un musical del West End, reservar mesa en los mejores restaurantes de la ciudad o visitar la National Gallery. La razón de esa tranquilidad es puramente aritmética.

La Asociación Europea de Tour operadores estima que unos 150.000 visitantes extranjeros han llegado a la capital británica para asistir a los Juegos Olímpicos. Esta cifra no compensa los alrededor de 300.000 turistas que suelen llegar en verano para pasar unos días de ocio en Londres y que este año han renunciado al viaje para no coincidir con la cita olímpica.

El sector empresarial también se ha paralizado. Varios cientos de miles de londinenses han decidido tomar vacaciones y dejar la ciudad durante estas semanas. Si a ello se suma que muchas empresas permiten que sus empleados trabajen desde casa y que las reuniones de negocios se han cancelado, el resultado es lo que algunos llaman la conversión de Londres en una “ciudad fantasma”.

Los primeros datos reflejan el descenso de actividad, aunque parece exagerado decir que la ciudad es un desierto.



Menos datos


La firma de análisis Experian señala que el número de compradores en las tiendas del este y el centro de Londres bajó un 9% y un 5%, respectivamente, en los primeros días de competencia. STR Global calcula que la ocupación de los hoteles en Londres es del 84,4%, lejos del lleno total que se preveía hace unos meses.

La asociación de taxistas de Londres habla de un descenso de clientes de entre el 20%y el 40%. El gremio de los teatros de Londres dice que la compra de entradas está bajando un 30%.

Empresas como Millenium Hotels, las tiendas Next, la aerolínea British Airways y el tour operador Thomas Cook han reconocido el impacto negativo de los Juegos en su actividad. Los comerciantes afectados echan la culpa a las autoridades locales, que advirtieron de un posible colapso en la red de transporte durante los Juegos. El deseo de evitar este caos explica la huida de muchos londinenses y la reticencia de turistas y ejecutivos a viajar a la ciudad.

Boris Johnson, alcalde de Londres, admite que las Olimpiadas han tenido un impacto “irregular” en los negocios de la capital, pero afirma que “a las empresas que están implicándose en los Juegos les está yendo bien”. El centro comercial Westfield, pegado a la Ciudad Olímpica, dice tener 40.000 visitantes diarios. Y hoteles como el Hilton Park Lane, el Grosvenor y el NH Harrington están ocupados gracias a las delegaciones olímpicas.

Esta división entre ganadores y perdedores económicos es algo que algunos organismos oficiales ya preveían. Según avisó el Banco de Inglaterra en junio, “no está claro si el turismo asociado con los Juegos desplazará el resto de turistas. Y las distorsiones de transporte y el elevado nivel de trabajadores en vacaciones pueden reducir la producción en Londres”.

La agencia oficial Visit Britain está animando a viajeros de última hora, pero la gran esperanza del gobierno británico y de los negocios londinenses es que estas dos semanas de sacrificios para algunos sirvan para atraer 4,6 millones de turistas más hasta 2015.

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