Los mercados del viejo continente enfriaron las fuertes subidas que experimentaron ayer y cerraron la jornada de miércoles con signo mixto en medio de la cautela que rondó a las bolsas atentas a las tensiones en Ucrania y en los datos macroeconómicos publicados durante la sesión previa a la reunión de los bancos centrales europeo y estadounidense.
El índice PMI de actividad del sector servicios en la eurozona ha alcanzado máximos de 32 meses, en un nuevo síntoma de reactivación económica, mientras que en EEUU se conoció un nuevo síntoma de desaceleración con el débil dato de empleo y de ISM del sector servicios.
De esta manera, el FTSE MIB destacó en el terreno de las ganancias con un alza de 1,38% hasta los 20.756,95 enteros, seguido del IBEX 35 que ganó 0,80 y consiguió 10.208,20 puntos.
Al contrario, las caídas las encabezó el FTSE 100 de Londres con una baja de 0,77%, obteniendo 6.771,5 unidades. Le sigue el DAX de Frankfturt con una pérdida de 0,55% y el CAC 40 con un 0,18%, consiguiendo 9.535,98 y 4.387,82 puntos , respectivamente.
La tensiones geopolíticas prácticamente monopolizaron la atención de los mercados en las dos jornadas anteriores, pero el repliegue de la tropas rusas ha enfriado las alertas.
A pesar de que la tensión y la incertidumbre en Ucrania persisten, la agenda de la semana contribuye también a desplazar progresivamente las miradas hacia un ámbito más económico. Los bancos centrales vuelven a cobrar protagonismo en los mercados.
Esta tarde la Reserva Federal podría ofrecer nuevas pistas sobre su política monetaria con la publicación del Libro Beige y mañana será el turno del Banco Central Europeo. Los últimos datos de IPC han suavizado un tanto las tensiones deflacionistas, aunque algunos analistas no descartan que el BCE introduzca nuevos guiños a los mercados.