Representantes de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) propusieron
hoy al Senado eliminar la nueva figura del crédito universal que establece el
proyecto de Mercado de Capitales III (MKIII) e incorporar en la discusión -vía
indicación parlamentaria- una modificación al cálculo de la Tasa Máxima
Convencional.
Así lo solicitó el gremio durante un encuentro con los integrantes de la Comisión de Hacienda del
Senado, para entregar un documento con propuestas al proyecto que actualmente
estudia esa instancia legislativa.
La CCS
sostuvo que "la globalización y apertura comercial de los mercados, con menores
cargas tributarias asociadas a las operaciones financieras, hacen cada vez más
evidente las limitaciones de la
Tasa Máxima Convencional (TMC)".
"En lo medular, no permite desarrollar e incursionar los segmentos de mercado
de mayores riesgos, típicamente asociados a micro emprendedores y a la
innovación, crea inequidades competitivas con los agentes crediticios no
bancarios y restringe la competitividad", afirmó Peter Hill, presidente de la
entidad.
Aunque el gremio estimó que muchas de las limitaciones de la TMC no son posibles de
subsanar plenamente sin derogar esta institución creada a comienzos del siglo
XX, ante la inviabilidad política de adoptar tal determinación, la CCS presentó una serie de
propuestas a los senadores con cambios en la metodología de cálculos de esta
tasa.
Entre las propuestas, planteó incorporar a los agentes no
bancarios en el cálculo del promedio de la TMC, con el propósito de corregir las inequidades
transversales en la industria del crédito.
En segundo lugar, propuso subdividir con dos nuevos tramos
las operaciones hasta UF 200, con el propósito de reconocer e incorporar al
cálculo de la TMC
la alta heterogeneidad en las operaciones de bajos montos.
Crédito universal
En cuanto al crédito universal que establece el proyecto,
que implica estandarizar aspectos esenciales de los créditos hipotecarios y de
consumo -estableciendo algunas restricciones a la venta de productos asociados
al otorgamiento de dichos créditos- la
CCS rechazó la obligación de poner bajo una misma categoría
denominada "universal" a productos financieros que pueden ser muy diferentes.
"Lo que podría tener consecuencias que atenten contra la eficiencia y bienestar
de los consumidores", manifestó Hill.
El líder gremial señaló que "es altamente inconveniente crear este
instrumento crediticio, con la falsa ilusión de promover la competencia y
facilitar el rol del consumidor en términos de comparar los productos entre
diferentes oferentes".
Por este motivo, lo que propone la CCS es "dejar sin efecto
esta figura y, en cambio, avanzar en la vía delineada por la Resolución 666 de 2002
emitida por la entonces Comisión Resolutiva de la Libre Competencia,
en orden de otorgar mayores grados de información a los consumidores para que
la comparación pueda efectivamente operar sobre la base de mayores grados de
información relevante".