El cobre se aprestaba el miércoles a registrar su mayor subida anual desde 2009, convirtiéndose en el metal básico con mejor comportamiento, mientras la preocupación por la oferta y las perspectivas de un aumento de la demanda derivado del auge de la inteligencia artificial y la transición energética impulsaron un repunte vertiginoso.
El metal rojo, muy utilizado en los sectores de la energía y la construcción, está suscitando un gran interés entre los inversionistas debido a su papel fundamental en las tecnologías de transición energética y en la expansión de las infraestructuras para la inteligencia artificial y los centros de datos.
El cobre de referencia a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) bajaba un 0,49% a US$ 12.497 por tonelada métrica o US$ 5,66 por libra temprano en Reino Unido, pero se disponía a terminar el año con una ganancia de más del 42%.
El contrato de cobre más negociado en la Bolsa de Futuros de Shanghái terminaba la jornada con una subida del 0,84%, a 98.240 yuanes (US$ 14.057,78) la tonelada, con un alza del 33,27% este año.
El cobre superó varios niveles clave este año para alcanzar máximos históricos, con interrupciones en la producción minera, incluida la suspensión de la mina insignia de Freeport, Grasberg, en Indonesia, lo que respaldó la recuperación.