La reforma tributaria tuvo un impacto positivo sobre las utilidades de la banca en septiembre

por j.c. prado y m.villena



Mientras la mayoría de las empresas se encuentran analizando la forma en que contabilizarán el alza de tasa del impuesto de Primera Categoría (que pasó de 18,5% a 20%), en la banca el escenario parece mucho más claro. Y las implicancias que producirá, a diferencia de otras firmas, serán positivas.

De hecho, entre Banco Chile, Santander, BBVA, BICE y Security – únicas entidades que detallaron esta situación en sus estados financieros a septiembre de este año- el efecto en el cambio de tasa sería de $ 30.053 millones, y el gasto total por el gravamen que deberán desembolsar estas cinco entidades pasará de los $ 129.482 millones de igual lapso de 2011 a $ 91.780 millones, monto que impacta positivamente la última línea de resultados.

¿Por qué la diferencia? En el caso de los bancos, este efecto contable produce un beneficio en sus resultados que se explica por una posición neta de impuesto diferido activa. Esto quiere decir que el incremento impositivo le permite descontar de su pago de impuestos el monto de gravamen diferido. La diferencia llegaría hasta el 3%, ya que este último impuesto se calcula sobre una tasa de reverso de 17%, que es el nivel al que debió haber regresado el impuesto en 2013.

Desde una de las entidades que revelaron esta situación, señalan que ello se debió a efectos puntuales. “En el caso de los bancos, uno de los principales componentes afectados son las provisiones, que son un pasivo, y que si bien devengan en los estados de resultados, no se reconocen completamente. Entonces, cuando sube la tasa de impuesto, como tengo provisiones, significa que en el futuro se traspasaran a castigos, reconocería una mayor pérdida, por lo que descargo impuestos y reconozco un beneficio más adelante”, explican.

Este efecto en la banca es contrario a lo que ocurrió anteriormente, luego que el impuesto empezó a retroceder a los niveles previos al terremoto, las firmas reconocieron una caída en los beneficios, lo que debía repetirse en 2013. A nivel de empresas, aún se encuentran a la espera que la SVS les indique la forma en la que deberán contabilizar el impacto del alza.




El impacto 


Ya en el análisis de los resultados a septiembre, la Asociación de Bancos señaló que “la utilidad de septiembre fue más elevada que la de meses previos por un menor pago de impuesto a la renta. Esto último se explica por la recientemente promulgada reforma tributaria, que cambió la tasa de impuesto a las empresas, causando una utilidad contable por la vía de afectar la cuenta de impuestos diferidos”.

En sus estados financieros, Santander señaló que tras la reforma “el efecto en resultados por impuestos diferidos e impuesto renta originado por esta modificación legal, significó un abono neto a los resultados del periodo 2012 por $ 11.509 millones”.