Según señala el último Outlook de la OCDE en materia de pensiones, una de las principales recomendaciones para asegurar la sostenibilidad de los sistemas de jubilación –ya sean de reparto o de contribución definida, como el chileno- es aumentar la edad de jubilación, proceso que debería ser realizado en forma gradual.
En Chile, la iniciativa no es nueva. En 2008, una de las propuestas evacuadas por la Comisión Marcel era igualar la edad de pensión de hombres y mujeres. Sin embargo, ésta fue desestimada.
Hoy existen quienes continúan insistiendo en la necesidad de aumentar la edad de jubilación debido al aumento en las expectativas de vida, y el retraso del ingreso de las personas al mercado laboral.
Sin embargo, para algunos la iniciativa no es tan sencilla de aplicar, ya que para aplazar la edad de pensión el mercado laboral también debe ser capaz de absorber a esos trabajadores, ya que la idea no es cambiar penpsionados por cesantes.
Evidencia internacional
Un ejemplo de esto es lo que sucede hoy en Estados Unidos, donde de acuerdo a una Encuesta de riesgos y procesos de jubilación realizada en 2013 entre personas de 45 años a 80 años, las expectativas de los empleados difiere de la realidad de los pensionados.
Así, entre quienes aún no se jubilan, la respuesta a la encuesta fue que piensan hacerlo a los 65 años en promedio. Sin embargo, en la realidad los pensionados se retiraron de la vida laboral a una edad media de 58 años en EEUU.
¿La razón? Las presiones del mercado laboral que estaría obligando a las personas a salir antes de su vida activa.
A esto Nicolás Starck, gerente general de Ciedess agrega otro punto. “Las actuales generaciones de trabajadores mayores deben enfrentar no sólo el desafío de la productividad sino que, especialmente la competencia de la tecnología. No manejarlas o no adaptarse a ellas representa una amenaza a este deseo de trabajar hasta más tarde”.
De todos modos el especialista plantea que no por las dificultades que pueda haber en el mercado laboral se debe mantener “status quo legal en una materia que tiene gran incidencia en las pensiones, como es la edad para pensionarse”.
De este modo plantea que son necesarias modificaciones en el mercado laboral. “En esta materia, impulsar políticas que hagan real la participación de los mayores es importante desafío, pues en países que han ido atrasando la edad de jubilación –eso sí una buena parte con sistemas de reparto- no todos han respondido igual”.
Lo concreto es que Chile figura hoy como uno de los cuatro miembros de la OECD que no ha realizado reformas en esa línea, mientras en la práctica las personas ya se encuentran retrasando de forma voluntaria su edad de retiro. Las mujeres, por ejemplo lo hacen en promedio a los 63 años, cuando su edad de pensión legal es a los 60 años.
En esta materia, la propuesta más radical es la del Grupo Res Pública Chile incrementar la edad de pensión para hombre y mujeres hasta los 67 años.