Las continuas alzas del dólar, que ayer cerró en $ 535 acumulando un avance de $ 22 en tres días, según analistas del mercado estarían presionando a que el Banco Central detenga anticipadamente su programa de compras de divisas. Pero, ¿qué hace falta para que esto realmente suceda?
De acuerdo al economista jefe de Penta, Matías Madrid, si el tipo de cambio llegara hasta niveles de $ 565, “probablemente estaríamos frente a un escenario de crisis desatada, con un precio de cobre bajo los US$ 2,50 la libra y probablemente con bajas agresivas en la TPM”. En este sentido, explica el economista, la baja en la tasa de instancia junto con la compra de divisas no sería compatible, “excepto por motivos precautorios”.
Para el economista jefe de Munita, Cruzat & Claro, Joaquín Aguirre, existen dos factores que considerar para terminar con la intervención: el nivel y la duración de este ajuste cambiario. De mantenerse constante el sesgo a la baja del precio de los commodities y de continuar la salida de flujos desde los mercados emergentes, Aguirre señala que los niveles actuales no justificarían el programa de compras. “Sin embargo, es muy pronto para saber si este ajuste es transitorio o permanente debido a la volatilidad que impera en los mercados”, advierte.
Francisca Roa de Netgociando destaca que cuando el Banco Central detuvo la compra de divisas en 2008, lo hizo “debido al deterioro en los mercados financieros mundiales” y a que “ya se habían acumulado suficientes reservas para hacer frente a un mayor deterioro”. En esa oportunidad alcanzó el 70% del programa. Hoy llega al 80% del total programado.