Enero no sólo está siendo un buen mes para las bolsas, sino también para el oro.
El metal precioso no para de subir y ya acumula un 5,7% de alza en el primer mes del año.
Este auspicioso escenario no es distinto de lo que ha ocurrido en 2011, donde debido a la inestabilidad de los mercados los inversionistas corrieron a refugiarse en el oro, que comenzó su escalada después de registrar su nivel más bajo en el 28 de enero, cuando cerró en US$ 1.316 la onza. Desde febrero del año pasado el oro no hizo más que revalorizarse hasta marcar el peak de US$ 1.900 la onza el 5 de septiembre, tras lo cual lateralizó y registró retrocesos que lo llevaron su nivel más bajo tras el máximo el 29 de diciembre, cuando cerró en US$ 1.537,5 la onza.
Este escenario llevó a algunos a alertar sobre una eventual burbuja de precios en este metal. Entre ellos el afamado invesionista George Soros, que vendió en mayo de 2011 el 99% de sus activos en el fondo cotizado en oro y el total de sus posesiones en un ETF del metal. El alza posterior del metal demostró que ni siquiera Soros es inmune a una falla en su pulso del mercado.
Segundo semestre Ahora el banco Standard Bank recortó en 6% su proyección para el precio promedio del oro este año, situándola en US$ 1.780 la onza, pero aseguró que sigue esperando que el metal precioso alcance nuevos máximos en el segundo semestre.
“Sostenemos que el oro alcanzará nuevos máximos este año, pero dada nuestra visión del dólar, creemos que esos niveles los tocará sólo en la segunda mitad de 2012”, dijo el banco en un comunicado oficial.
Standard Bank espera que el dólar se fortaleza, especialmente frente al euro, a medida que avance el próximo trimestre.