Las acciones
estadounidenses culminaron la jornada de hoy con una clara tendencia alcista
que dejó al Dow Jones al borde de la rentabilidad anual. La jornada se presentó
casi siempre favorable gracias fundamentalmente a buenos datos macroeconómicos
relativos al empleo y la productividad.
En ese
contexto, el sector financiero, industrial y de energía anotaron fuertes
aumentos que terminaron empujando a los principales indicadores.
Así, el
promedio de industriales Dow Jones –el más importante de la Bolsa de Nueva York- cerró las operaciones con un alza de 0,86%
que lo dejó en las 8.750,08 unidades. Con ese resultado, el indicador que mide
la evolución de las 30 empresas más importantes del mercado, anota un retroceso
anual de 0,30%.
Mientras,
el S&P 500 cerró con un incremento de 1,14% que lo empujó a las 942,41
unidades. En el mercado tecnológico, el Nasdaq ganó 1,32% y subió a los 1.850
puntos.
Una de las
referencias de la jornada fueron las peticiones semanales de subsidio por
desempleo que cayeron en 4.000 solicitudes, hasta las 621.000. Un recorte que
ha sido inferior al esperado por los analistas, que esperaban que se
registraran unas 620.000.
Sin
embargo, el dato positivo es el descenso registrado en las solicitudes
continuas, que por primera vez desde el 3 de enero han experimentado una caída.
Este nivel bajó en 15.000 personas hasta un total acumulado de 6,74 millones.
Una referencia para el optimismo y más cuando mañana se publicará el informe
oficial de empleo de mayo y todo apunta a que otro medio millón de
estadounidenses habrán perdido su empleo en el último mes.
A su vez,
los drásticos ajustes de empleo llevados a cabo por las empresas estadounidenses
colaboraron a incrementar la productividad en la primera economía un 1,6%
durante el primer trimestre del año, por encima del 1,4% esperado por los
analistas. Por su parte, los costes laborales han resultado en línea con lo
esperado al incrementarse en el primer trimestre del año un 3%.