Pasión por las tapas
Por: Equipo DF
Publicado: Viernes 24 de agosto de 2012 a las 05:00 hrs.
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El concepto de la tapa española no siempre es bien comprendido en Chile; se cree que se trata de lo que en España es el pincho: una preparación sobre un trozo de pan cuando en verdad la tapa es una medida, un ración pequeña, breve y gustosa de la cuales se pueden probar varias constituyendo entonces el verbo tapear. De otra parte, poner un restaurante de tapas “modernas”, dos punto cero, o con una nueva mirada, es una dificultad extra, más todavía en Chile. Pero nada de eso ha sido obstáculo para que el “gastrobar” Tapaspassion continúe adelante con su propuesta de probar, mezclar y jugar con completa libertad.
Por ejemplo, puede empezar con lo que denominan Tapas Líquidas, una pequeña dosis de gazpachos o cremas, como un Salmorejo Cordobés ($ 2.300), delicado con un suave toque de ajo para seguir con los consabidos pinchos (pintxos para los vascuenses) como el Pintxo Ibérico ($ 3.300) con un jamón ibérico de buena calidad coronado con huevo frito de codorniz o el mismo jamón pero con hongos.
En los clásicos no pueden obviarse ni las Patatas Alioli ($ 2.900), ni las Patatas Bravas ($ 2.900) ni tampoco los Pimientos Rellenos con Carne ($ 4.100) o las Croquetas Passion ($3.200). Todas con alguna sorpresa o alguna vuelta de tuerca. Así también sus creaciones propias, de las cuales tal vez la más destacada sea el Rabo del Toro ($ 4.200), un estofado de rabo en vino tinto, miel y canela. Y, como se debe, posee una sección de arroces pequeña pero cumplidora: Arroz Cremoso con Setas ($ 3.200), Arroz Negro ($ 3.200) y Arroz Ibérico ($ 3.600).
¿Postres? Por cierto. Dos recomendados: Torrija con helado de manzana ($ 2.500) y Melocotón al vino tinto ($ 2.500). Hay una buena carta de licores, entre ellos cavas y vinos españoles, amén de los nacionales.
Una propuesta entretenida, en una locación amplia, con un estilo moderno, que tal vez no refleje la pasión verdadera que los dueños sienten por la tapas. Para darse una oportunidad.
Por ejemplo, puede empezar con lo que denominan Tapas Líquidas, una pequeña dosis de gazpachos o cremas, como un Salmorejo Cordobés ($ 2.300), delicado con un suave toque de ajo para seguir con los consabidos pinchos (pintxos para los vascuenses) como el Pintxo Ibérico ($ 3.300) con un jamón ibérico de buena calidad coronado con huevo frito de codorniz o el mismo jamón pero con hongos.
En los clásicos no pueden obviarse ni las Patatas Alioli ($ 2.900), ni las Patatas Bravas ($ 2.900) ni tampoco los Pimientos Rellenos con Carne ($ 4.100) o las Croquetas Passion ($3.200). Todas con alguna sorpresa o alguna vuelta de tuerca. Así también sus creaciones propias, de las cuales tal vez la más destacada sea el Rabo del Toro ($ 4.200), un estofado de rabo en vino tinto, miel y canela. Y, como se debe, posee una sección de arroces pequeña pero cumplidora: Arroz Cremoso con Setas ($ 3.200), Arroz Negro ($ 3.200) y Arroz Ibérico ($ 3.600).
¿Postres? Por cierto. Dos recomendados: Torrija con helado de manzana ($ 2.500) y Melocotón al vino tinto ($ 2.500). Hay una buena carta de licores, entre ellos cavas y vinos españoles, amén de los nacionales.
Una propuesta entretenida, en una locación amplia, con un estilo moderno, que tal vez no refleje la pasión verdadera que los dueños sienten por la tapas. Para darse una oportunidad.

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