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Señoras y Señores, hay esperanza

Carolina Cuneo, Gerenta Comercial de GFK Chile, nos da su opinión tras los resultados del estudio Chile 3D.

Por: | Publicado: Miércoles 23 de junio de 2021 a las 05:00 hrs.
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Nuestro país está inmerso en un profundo cambio, y nuestra sociedad también lo está. Tanto el estallido social del 18 de Octubre, con la seguidilla de cambios sociales que se han desencadenado, sumados a la pandemia, nos sitúan en un país diferente al que teníamos el 17 de Octubre del 2019.

Según resultados del estudio Chile 3D realizado desde hace 13 años por la consultora GfK, estamos viviendo los momentos más depresivos de la sociedad chilena. Una sociedad que presenta los menores indicadores de felicidad de la ultima década, con altos niveles de estrés y ansiedad, y con una gran insatisfacción hacia la vida en todas sus esferas.

También nos encontramos inmersos en un oscuro pesimismo respecto al IPEC, índice de percepción de la economía desde la mirada del consumidor, donde nos define el modo ‘precaución y cuidado de la billetera’ con disposición a comprar solo cuando la relación precio-calidad, con la gratificación que esa compra implica, lo justifica.

Los resultados no son muy alentadores al mirar el presente de esta sociedad en términos anímicos.

Sin embargo, hay esperanza. No solo han ocurrido cambios en nuestra forma de vida habitual, en los distintos contextos en que nos desempeñamos y en nuestros hábitos de consumo, sino que los cambios son profundos, son valóricos, y avanzamos hacia una importante transformación.

Como primer indicador, y para poner una cuota de optimismo sobre la mesa, tenemos un 65% de la sociedad chilena, que cree que el proceso social que estamos viviendo como país nos permitirá evolucionar hacia un mejor país para todos. Los más optimistas, las mujeres y los millenials.  

Por otro lado, 6 de cada 10 chilenos están convencidos de que es importante para ellos trabajar por el bienestar de la sociedad, indicador que se acentúa en las clases sociales más acomodadas.

Y crecen más de 10 puntos respecto a lo que ocurría antes de estallido social la valoración que los chilenos hacemos de la igualdad, del respeto hacia las diferencias étnicas religiosas y raciales, así como a la libertad de acción y pensamiento.

En definitiva, un país que cambia desde la esencia.

Ahora, en que posición nos sitúa esta nueva sociedad a las marcas y a las empresas.

Si bien los consumidores, más empoderados que nunca, nos exigen y reclaman, también hoy son capaces de recomendarnos con fuerza. De hecho, el cariño que sienten los consumidores hacia las marcas llega a sus niveles más altos en esta última medición, con un 46% de personas que dicen sentir cariño hacia alguna marca.

Y el indicador para mí, más esperanzador de todos se liga a la confianza.

Los últimos años Chile ha estado inmerso en una profunda crisis de confianza, podemos decir que generalizada. Y hoy, este Chile que despierta y vuelve a creer.

En primer lugar, vuelve a creer en los pares, en los vecinos, en la comunidad (41%), para seguido de ello poner su esperanza en las empresas y las marcas (30%) en desmedro de las autoridades (9%), modelo de liderazgo tradicional y jerárquico que hoy ya no tiene cabida.

Y aquí está la oportunidad señoras y señores, a que como marcas y empresas evolucionemos acorde a los tiempos y a las nuevas necesidades de nuestra sociedad.

A no situarnos desde la autoridad, desde la jerarquía, sino desde le horizontalidad, ofreciendo no grandes promesas sino cumplimiento en lo cotidiano, con propuestas justas que impacten en facilitar y mejorar la vida de las personas.

En una sociedad que se transforma, la necesidad de cambio se hace evidente, pero también la oportunidad de hacer las cosas mejor, de manera más conectada con los consumidores y haciéndonos parte de nuestro propio rol en la sociedad.

Señoras y señores, sí hay esperanza

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