Batalla por el legado olímpico pone a prueba consenso político


La semana pasada, el primer ministro británico David Cameron...

Por: | Publicado: Lunes 2 de abril de 2012 a las 05:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Por Roger Blitz y 
James Pickford



La semana pasada, el primer ministro británico David Cameron recibió en Londres a Jacques Rogge, presidente del Comité Olímpico Internacional, a menos de tres meses de los Juegos Olímpicos.

Para Cameron fue la oportunidad de asegurar que los Juegos dejarán un legado duradero y positivo.

“Es tiempo de dejar atrás la noción de que los Olímpicos dejan ‘elefantes blancos’”, señaló.

Las declaraciones podrían fracturar el delicado consenso sobre el evento.

Los laboristas rechazan que sus rivales conservadores se suban al carro olímpico sólo por estar en el poder. Fue con Tony Blair y Gordon Brown que se postuló, ganó y presupuestó la fiesta.

Otro golpe a la armonía política fue dado por el alcalde de Londres, Boris Johnson, que la semana pasada acusó a su antecesor laborista, Ken Livingstone, por el presupuesto olímpico, que superó los 9.000 millones de libras.

“Ese es el camino hacia la inestabilidad, pérdida de confianza y de un claro objetivo común”, lamentó Tessa Jowell, jefa de campaña de Livingstone.

Asegurar que el legado del evento será positivo, incluso antes de su apertura, podría sonar apresurado. Dadas las numerosas construcciones olímpicas vacías y abandonadas en sedes previas, Rogge se apresuró a respaldar la declaración oficial. Y el funcionario aseguró que Londres “dejó la vara alta” sobre cómo obtener beneficios duraderos del evento.

El gobierno promociona las ganancias con ahínco. El Departamento de Cultura, Medios y Deportes publicó un documento de 82 páginas en que asegura que los Juegos “transformarán la relación de la gente con el deporte”, “ayudará a la recuperación el Reino Unido”, “cambiará muchas vidas para siempre” y causará una regeneración urbana “a una escala nunca vista antes”.

Una de las dudas es qué pasará con los dos mayores elefantes blancos - el Estadio Olímpico y el Centro de Medios - después de los Juegos. No parece haber muchos interesados.

La promesa de impulsar la actividad física también parece difícil de cumplir, en medio de recortes a las escuelas deportivas. El legado más reconocido es la rehabilitación de zonas abandonadas del este londinense, según el alcalde Johnson. Sin embargo, a medida que la disputa por la alcaldía se agudice, el espíritu olímpico podría evaporarse.

Lo más leído