Con solo cinco meses de vida, Magnar AI, la legaltech fundada por los ingenieros Andrés Arellano y Nicolás López para automatizar tareas en el mundo jurídico, cerró su primera ronda de inversión por US$ 300 mil con reconocidos actores del ecosistema startup para fortalecer su plataforma tecnológica e iniciar la expansión por Latinoamérica.
US$ 300 mil levantó en ronda de inversión.
En el levantamiento de capital participaron Buenaonda -vehículo de inversión de los exfundadores de Cornershop-, la aceleradora Platanus Ventures y fondo de inversionistas ángeles, Punto Cero Ventures, además de emprendedores chilenos como Sebastián Kreis (Xepelin), Agustín Feuerhake (Fintual), Ignacio Canals (Migrante), Gert Findel (Acid Labs), Leo Soto (Shinkansen) y Andrés Kemeny (Examedi).
Arellano, CEO de Magnar AI, ha tenido una trayectoria ligada al desarrollo de software en las industrias legal y tecnológica. Estudió dos años Derecho antes de cambiarse a ingeniería en la Universidad Católica y, tras recibirse, fue parte de la primera generación de Start-Up Chile de Corfo con otra compañía.
También fue uno de los fundadores de Platanus en 2012 -cuando esta era una fábrica de software-. Hoy Arellano y parte de su equipo, desarrollan Magnar AI en las oficinas de la aceleradora y firma de capital de riesgo, Platanus Ventures en la comuna de Las Condes.
Arellano también fue coordinador de la División de Gobierno Digital entre 2014 y 2018, donde el hito más importante fue “el lanzamiento de la Clave Única”, dijo.
Tras su salida del Gobierno, pasó por la legaltech Lemontech, la fintech Fintual, fundó Teambit (para potenciar la productividad en desarrollo de software) y en 2023 llegó a Justo, una firma de delivery, donde conoció a López, uno de sus fundadores. “Con Nico sabíamos que en algún momento haríamos una empresa juntos”, dijo.
Magnar AI “no es casualidad” y afirmó que responde a “varias razones”, como su experiencia en software, su conocimiento en legaltech y a los “años que López ha pasado investigando y aplicando inteligencia artificial”, dijo Arellano.
Señaló que aunque nadie sabe hasta dónde llegará esta tecnología, es evidente que algunas industrias están siendo “profundamente transformadas” y que el desarrollo de software y el sector legal tienen algo en común: que la cadena de valor gira en torno a la información.
“Y ahí es donde los modelos de lenguaje muestran todo su potencial. La oportunidad es muy evidente, hay mucho valor que destapar”, afirmó.
La plataforma
Arellano definió a Magnar AI, como “una plataforma de inteligencia artificial que potencia el trabajo de los abogados”.
Se construye en base a los modelos fundacionales -como ChatGPT de OpenAI o Gemini de Google- y el equipo los entrena con “millones de documentos normativos”, lo que incluye la legislación vigente, jurisprudencia de la Corte Suprema y otros tribunales, e información del Servicio de Impuestos Internos (SII), de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), de la Contraloría General de la República y del Tribunal Constitucional. “Con esta información tiene una capacidad de entregar respuestas muy confiables y está optimizada para minimizar las alucinaciones”, afirmó el ingeniero.
La solución opera como una plataforma de software como servicio (SaaS, en inglés) con una suite de herramientas que abarca gran parte del trabajo legal, entre ellas, búsqueda de jurisprudencia, resúmenes de causas, borrador de demandas y un asistente tipo chatbot que responde consultas y que genera documentos o borradores.
“Se puede integrar con bibliotecas o información del estudio jurídico. Entonces, en cualquier tarea que requiera un procesamiento de mucha información, como un proceso de due diligence (auditoría legal y financiera), esto brilla”, dijo.
El modelo de negocio se basa en tarifas mensuales y apunta al consumidor final (B2C) y a empresas (B2B), es decir, estudios jurídicos. También tienen un plan gratuito con algunos créditos por mes.
A pesar de su corta existencia, Arellano dijo que la adopción ha sido rápida y que han crecido 100% mes a mes. Tienen más de 5 mil abogados registrados, 100 clientes individuales y 30, corporativos, como estudios y gerencias legales de empresas.
Plan de expansión
La ronda, dijo Arellano, no la estaban buscando. Su plan original era generar ingresos tempranamente y crecer sin recaudar recursos.
“Pero vimos tan rápido esta validación del modelo en el mercado y una tracción tan alta que cambiamos de opinión y decidimos levantar para avanzar más rápido”, dijo.
Tampoco se prepararon para hacerlo. Sin recurrir a fondos de capital de riesgo o elaborar una presentación de su compañía, en un mes lograron reunir US$ 300 mil.
Arellano dijo que los recursos serán utilizados para iniciar la expansión regional y en investigación y desarrollo para hacer que “la plataforma sea más potente, robusta y confiable”. Para ello, desarrollarán nuevas funcionalidades, la dotarán de más herramientas y la nutrirán con más fuentes de información.
Respecto de la internacionalización, acaban de llegar a Perú y a fin de año sumarán otros tres países: Colombia, Uruguay y México.
Por otro lado, comentó que hoy en la startup trabajan seis personas: un abogado especializado en tecnología y un equipo de ventas y comunicaciones. “No buscamos crecer, ya somos rentables y queremos mantener el equipo lo más compacto posible”, dijo.
Respecto del negocio, proyectó superar US$ 1 millón de ingresos anuales recurrentes durante el primer trimestre de 2026.