Transformación Digital

Pelayo Covarrubias: “Chile llegó tarde a la cuarta revolución y eso afectó la competitividad”

Plantea que hoy las empresas tienen conciencia de la velocidad de los cambios tecnológicos, pero no están haciendo todo lo necesario para adaptarse a la transformación cultural.

Por: Alejandra Rivera | Publicado: Miércoles 7 de agosto de 2019 a las 04:00 hrs.
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Foto: Rodolfo Jara
Foto: Rodolfo Jara

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El presidente de Fundación País Digital, Pelayo Covarrubias, hace ocho años que viene alertando a la comunidad nacional sobre los cambios tecnológicos. El problema, dice, es que Chile llega tarde, lo que está afectando la calidad de vida y la competitividad del país.

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“Así como llegamos tarde a la primera revolución industrial, llegamos tarde a la cuarta revolución digital. Hoy no estamos en la revolución de la Internet, estamos en la revolución de la inteligencia artificial, en cómo se conectan los datos y cómo le sacamos valor. Llegar tarde nos deja atrás en calidad de vida”, afirma Covarrubias.

-¿Afectó la competitividad?

-Hoy es un dato que Chile tiene un techo de crecimiento más acotado que en la década de los 90 cuando crecíamos al 7%. La razón es que llegamos tarde. La competitividad de las empresas bajó producto del rezago de la Investigación y Desarrollo (I+D), de la transferencia tecnológica y de la forma en que se relacionan las empresas con las universidades, todo ese rezago determina que el país haya perdido competitividad absoluta. ¿Por qué hay tan pocos unicornios en Chile? Perdón, ¡por qué va a haber un solo unicornio! Hay una serie de síntomas que me indican que perdimos competitividad.

-¿Cuáles?

-Síntoma de ausencia de unicornios, síntoma de un techo de crecimiento, síntoma de un rezago en las capacitaciones de las personas, y cultura. Es distinto subir de un crecimiento de 3,5% a 5%, que de un 5,5% a un 6%, se requieren competencias distintas.

-¿Las empresas hoy entienden la velocidad de los cambios?

-Sí, a nivel de directorio y gerencias tienen una preocupación fundamental por vivir la transformación digital. Ahora, ¿están haciendo todo lo necesario y a una velocidad necesaria para adaptarse a la transformación cultural. La respuesta es no”.

-Adaptarse implica capacitar a la fuerza laboral. Sofofa anunció la reconversión de 16 mil personas en cuatro años. ¿Es suficiente?

-Es absolutamente insuficiente, porque estamos hablando de reconvertir a los diez millones de chilenos que están en capacidad ejecutiva. Cuando miras a los líderes mundiales de las transformaciones culturales, el sudeste asiático, EEUU o Europa, ves que existe una cultura de hacer las cosas de manera diferente. Por lo tanto, tengo que partir con capacitaciones, pero para eso tenemos que repensar cómo vamos a capacitar, cómo ocupo las plataformas digitales que tengo para acelerar el proceso y multiplicarlas.

-¿Cómo se puede acelerar la reconversión laboral?

-El vaso medio lleno es que todos los gremios han tomado con fuerza lo que esto implica, el Sence está haciendo un cambio profundo, por primera vez veo en Chile un interés real en capacitar. Y el vaso medio vacío es que tenemos que tomar conciencia en todas las empresas de la importancia de la capacitación, estén conmigo o no, y esa es la diferencia. Si pienso que voy a capacitar a alguien y termina trabajando en otra fuente laboral, lo veo como un costo y no como inversión. Las empresas deben tomar hoy el rol de capacitar permanentemente, la que debe ser entregada desde las empresas, en asociación con las universidades, los institutos, pero hoy no ocurre.

-¿Hay recursos?

-En las grandes compañías no solo hay voluntad, también estamos viendo cómo están partiendo con proyectos de academia digital. Estamos acompañando a distintas empresas en esos procesos, compañías del sector de la minería, retail, telecomunicaciones.

-¿Han tenido conversaciones con actores empresariales para ver cómo empujan esto?

-Esto no partió ayer. Hace ocho años planteamos que a finales de la década de los 20 estaríamos con una reconversión laboral fundamental. Nos hemos juntado durante este tiempo con todos los actores. Y hace tres años realizamos una gira por el país alertando sobre los cambios laborales de la revolución tecnológica y luego, trabajamos con los candidatos presenciales, quienes lo plasmaron en sus respectivos programas. Y el año pasado comenzamos a trabajar con el Ministerio de Economía con el programa Digitaliza tu Pyme en siete regiones, y concluiremos con un seminario en noviembre para abordar específicamente la reconversión laboral de las pymes.

-¿Qué falta para que las pymes se sumen?

-Encadenamiento productivo. A través de Digitaliza tu Pyme hemos trabajado con más de cinco mil y hemos descubierto, primero, que están conscientes del tema y quieren hacer una transformación digital; segundo, que no tienen las capacidades humanas para hacerlo, porque están más orientadas al día a día que a repensar el modelo de negocio; y tercero, necesitan el acompañamiento de las grandes empresas, de las compañías motoras, que probablemente compran sus bienes para integrar procesos de manera tecnológica. Vemos que la tecnología es un habilitante para que puedan entregar sus productos, independiente de donde estén, hoy lo importante es si estoy conectado o no.

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