El Gobierno, a través del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, definió una nueva metodología oficial para medir la pobreza en el país, la cual se aplicará por primera vez en la Encuesta Casen 2024, cuyos resultados se darán a conocer en enero de 2026.
Esta puesta al día fue elaborada a partir de las recomendaciones de la Comisión Asesora Presidencial para la Actualización de la Medición de la Pobreza, que en julio de este año entregó su informe final al Presidente Gabriel Boric, y del trabajo de revisión de dichas recomendaciones por parte de una mesa técnica compuesta por la Subsecretaría de Evaluación Social del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
A partir de este proceso, se establecieron los principales ajustes tanto en la pobreza multidimensional como en la pobreza por ingresos.
En el caso de la pobreza multidimensional, según lo informado este miércoles, se mantienen las cinco dimensiones de análisis, se eleva el número de indicadores de 15 a 20, con ponderaciones iguales para cada uno, y se establece un umbral de pobreza estrictamente superior al 20% de carencias, que es consistente con el propuesto por la Comisión.
También se aceptó, con escasas modificaciones, la incorporación de los nuevos indicadores y la mayoría de los ajustes propuestos a los indicadores existentes.
Entre los principales cambios en relación con lo propuesto por la Comisión, destacan la redefinición del indicador de dependencia funcional, que pasa a denominarse “Apoyo en cuidado de personas con dependencia funcional”; la separación del déficit habitacional en dos componentes, cuantitativo y cualitativo; y la decisión de no incorporar la carencia de asequibilidad en vivienda, indicador que, si bien no se incorporará al índice de pobreza multidimensional, seguirá siendo estimado y publicado por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia.
En cuanto a la pobreza por ingresos, la nueva metodología, siguiendo las recomendaciones de la Comisión, elimina el uso del alquiler imputado dentro del cálculo de ingresos y aplica líneas diferenciadas para hogares arrendatarios y no arrendatarios. También incorpora una canasta básica saludable, que reduce en un 50% la presencia de alimentos ultraprocesados. Entre las distinciones respecto de lo señalado por la Comisión se encuentran el ajuste a la norma calórica de 2.000 calorías diarias y la utilización de la IX Encuesta de Presupuestos Familiares como base para la conformación de las nuevas líneas de pobreza.
La nueva metodología mantendrá la categoría de pobreza extrema y renombrará como pobreza severa al indicador que identifica a los hogares que estén simultáneamente en situación de pobreza por ingresos y pobreza multidimensional, en línea con lo propuesto por la Comisión.
Con estos cambios, alineados con los estándares internacionales, Chile contará con indicadores consistentes con los patrones de consumo y las necesidades actuales de los hogares, fortaleciendo así la capacidad del Estado para orientar las políticas públicas a partir de evidencia actualizada.
La documentación detallada de la nueva metodología se publicará junto con los primeros resultados de la Encuesta Casen 2024.