Por Cristián Torres E.
Tal como lo esperaba el mercado y sin mostrar novedad, el Consejo del Banco Central, en su Reunión Mensual de Política Monetaria, acordó mantener la tasa de interés en 5,25% anual, por tercer mes consecutivo, principalmente, porque en el ámbito externo los indicadores de actividad confirman un ritmo de crecimiento más lento en Estados Unidos y Europa.
Al respecto, el instituto emisor fundamentó su decisión afirmando que “las cifras de actividad y demanda muestran señales de moderación, acordes con lo contemplado en el escenario base del Informe de Política Monetaria”.
La decisión del Banco Central estuvo en sintonía con las expectativas y recomendaciones de los analistas que tienen como objetivo llevar la inflación hasta un horizonte del 3 %.
“Las condiciones en el mercado laboral se mantienen estrechas y se observa un mayor crecimiento de los salarios nominales. Los registros anuales de inflación del IPC se han mantenido cercanos a 3% y los de inflación subyacente permanecen acotados. Las expectativas inflacionarias se ubican en torno a la meta”, señaló el comunicado del ente rector.
“El Consejo reafirma su compromiso de conducir la política monetaria con flexibilidad, de manera que la inflación proyectada se ubique en 3% en el horizonte de política”, añadió el Banco Central.
Concluye que cambios futuros en la tasa de interés de la política monetaria dependerán de las implicaciones de las condiciones macroeconómicas internas y externas sobre las perspectivas inflacionarias.
Al respecto, el economista jefe de Banchile, Rodrigo Aravena, señala que “en este comunicado el Central dio razones claras para no bajar la tasa en este momento, cuando indica que los precios de las materias primas se mantienen elevados, lo cual es un riesgo inflacionario principalmente en bienes transables y en segundo lugar destaca explícitamente que hay un mayor crecimiento en los salarios nominales y eso entra en la inflación a través de los costos laborales”.
“Creemos que el Banco Central está haciendo porque está esperando acumular más información antes de mover la tasa”, agregó Aravena.
Similar percepción tiene el economista jefe del Banco Penta, Matías Madrid. “La decisión se basa en un mercado laboral estrecho y en un ritmo de actividad local que está desacelerándose”.
Para el cierre de año, Madrid, estima que el Central decidiría disminuir la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 25 puntos base durante 2011 y para 2012 proyecta rebajas adicionales que llevarían la tasa de instancia a 4,5%.
Para el decano de la Facultad de Economía de la Universidad San Sebastián, Hugo Lavados “el Banco Central reafirmó lo que la mayor parte del mercado esperaba”. A nivel de proyección, Lavados tiene una perspectiva un tanto distinta respecto del mercado. “Si el contexto internacional continua deteriorándose, la TPM terminará este año en alrededor de 4,75%”, afirmó.