El Índice de 
Expectativas Empresariales de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS) alcanzó 
un nuevo mínimo histórico de 56 puntos al segundo trimestre de 2008, inferior en 10 puntos al valor alcanzado 
en diciembre de 2007 y 18 puntos por debajo del máximo alcanzado a comienzos de 
2006. El deterioro de expectativas es generalizado, ya que se produjo en todos 
los segmentos empresariales, es decir, en pequeñas, medianas y grandes empresas, 
y en cada uno de los sectores de actividad económica.
La creciente complejidad del 
escenario económico internacional y doméstico está afectando en forma importante 
la percepción de las empresas chilenas.
La tendencia declinante en el 
sentimiento de negocios se manifiesta específicamente en que un número cada vez 
mayor de firmas presentan un índice de 50 puntos y menos. En diciembre de 2007 
la proporción de empresas en esta situación alcanzaba al 22% del total, en abril 
de 2008, a 42%, y en la actualidad, a un 45%. Cabe recordar que el valor 50 del 
índice marca la frontera entre las expectativas optimistas (sobre 50) y 
pesimistas (bajo 50).
El deterioro de la confianza 
empresarial se revela en un creciente pesimismo acerca de las condiciones 
económicas globales previstas para los próximos 12 meses, y en una mayor 
incertidumbre acerca de las decisiones de creación de empleo y de 
inversión.
De esta forma, se aprecia que 
un récord de 43% de empresas espera un deterioro en las condiciones económicas 
globales a un año plazo, superando largamente el 27% del primer trimestre y el 
19% promedio observado a lo largo de 2007.
Consistente con lo anterior, el 
66% de las empresas considera que las condiciones económicas actuales son peores 
que las prevalecientes 12 meses atrás, porcentaje que constituye un claro récord 
en los últimos años y que supera holgadamente el 42% observado en el primer 
trimestre de 2008.
Sectores
El análisis por sectores revela 
que por tercer trimestre consecutivo la Industria presenta el índice de expectativas económicas (IEE) más bajo (55 
puntos), lo que consistente con el deterioro competitivo que le ha significado 
la caída del tipo de cambio y el alza de los costos energéticos.
En tanto, el 
sector que más desmejoró su IEE fue construcción, acusando los primeros síntomas 
del fin de la exención tributaria decretada en 2009 y de los posibles efectos 
que podría ocasionar para la actividad inmobiliaria la menor inversión esperada 
a nivel global y las mayores tasas de interés. El IEE más elevado lo mantiene el 
sector de Recursos Naturales, en línea con los altos precios internacionales que 
han mantenido los commodities en los mercados mundiales.
Ventas ,
Inversiones y Empleo
El deterioro de las expectativas en relación al entorno 
global se ha comenzado a manifestar en forma más clara y específica en relación 
a las decisiones de empleo e inversiones futuras en la gestión de cada 
empresa.
En efecto, las intenciones de 
contratación de mano de obra para los próximos 12 meses han caído acentuadamente 
a un 1,4%, que constituye el segundo registro más bajo desde que se iniciara el 
IEE en diciembre de 2003 . Esto da indicios de que la aún importante tasa de 
creación de empleos en la economía chilena (2,5% en el trimestre marzo-mayo 
2008), podría efectivamente declinar en lo que resta de 2008, haciendo más 
compleja la situación del desempleo.
Esta disminución en las 
expectativas de creación de empleo es transversal, ya que se manifiesta en 
grandes, pequeñas y medianas empresas, así como en todos los sectores de 
actividad, con excepción del comercio, que la elevó moderadamente de 3,3% a 
3,5%.
Un panorama similar, aunque 
algo menos agudo, se aprecia en materia de inversión proyectada. En efecto, la 
formación de capital esperada descendió de 7,2% en el primer trimestre de 2008 a 
4,7% en Junio, constituyéndose también en el registro más bajo desde que se creó 
el IEE. La mayor parte de los sectores muestra una expectativa de inversión en 
torno a este mismo porcentaje, es decir, entre 4,5% y 5%. Sólo en el caso del 
comercio se observa un indicador en rangos mayores, con un 6,4%, lo que a su vez 
es consistente con la previsión de contratación en este 
sector.
El relativamente mayor 
dinamismo de la inversión esperada en relación al empleo esperado sugiere que 
las empresas mantendrán la preferencia a canalizar el crecimiento futuro 
preferentemente a través del factor capital y menos a través del factor trabajo. 
Efectivamente, los antecedentes del IEE muestran que por cada 1 punto de 
inversión esperada, la creación de empleo que se proyecta a 12 meses ha caído a 
0,36. El promedio de los últimos 4 años es de 0,58.
Tal como se ha sido el tenor de 
trimestres anteriores, las ventas esperadas muestran una mayor resistencia a 
debilitarse. En esta oportunidad, el crecimiento proyectado de las ventas para 
los próximos 12 meses se moderó, aunque levemente, desde un 12% a un 10%. Como 
era esperar, el sector más moderado en materia de expectativas de ventas es la 
industria, que proyecta un alza de 5,9% para los próximos 12 
meses.
Por tamaño de empresas, el 
panorama es muy similar, y tanto las pequeñas, como las mediana y gran empresa, 
proyectan aumentos menores en sus ventas, del orden del 9,5% a 
9,8%.
Por último, la capacidad 
instalada en utilización aún continúa mostrando holguras importantes, que no 
apremian las decisiones de inversión para los próximos trimestres. El porcentaje 
de capacidad instalada observado en junio fue de 78%, muy semejante el 77% del 
trimestre precedente y por debajo de la media histórica, que es cercana al 
85%.
En definitiva, las expectativas 
empresariales tuvieron un nuevo deterioro, y que esta vez se manifestó más 
marcadamente en las intenciones de contracción de mano de obra y de inversiones 
programadas a futuro. La caída es transversal, afectando a todo tipo de 
empresas, tanto en términos de tamaño como de sector económico. En este marco 
global ha destacado la situación de la industria, que presenta un grado de 
pesimismo mayor, en virtud del deterioro de las condiciones competitivas que la 
afectan en forma predominante.