Central decide en su última reunión mantener tasa y retiro de FLAP de forma unánime
Según detalla la minuta de la entidad, no se avizoran cambios ni en la tendencia de la actividad ni en la preferencia por riesgo que justifiquen cambios en la política monetaria.
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El Consejo del Banco Central resolvió mantener, de manera
unánime, la tasa de interés en 0,50%, así como continuar con el calendario
preestablecido para eliminar la
FLAP, según señala la minuta de la última reunión de la
entidad.
Según detalla el documento, no se avizoran cambios "ni en la
tendencia de la actividad ni en la preferencia por riesgo que produjeran
variaciones en las decisiones de consumo, inversión o portafolio que
justificaran cambiar el curso de la política monetaria".
Un consejero de la entidad, indicó que "el escenario
macroeconómico estaba bastante alineado con lo previsto, por lo que se mantenía
plenamente vigente la recomendación de política en orden a mantener la TPM en su actual nivel por un
tiempo prolongado".
En esta misma línea, otro de los integrantes señaló que existe "un escenario de crecimiento
moderado, una inflación que en todas sus medidas convergía desde abajo a la
meta en el horizonte de proyección y una política monetaria que contemplaba un
retorno suave y gradual a la normalidad (...) Por ello, creía que la decisión coherente con ese
escenario era mantener la TPM".
Escenario económico
Respecto a la economía interna, la minuta de la entidad señala que "las cifras confirmaban una velocidad de recuperación de la actividad similar a la proyectada".
Un consejero mencionó que "las cifras del tercer trimestre mostraban que la recuperación se encontraba en marcha, pero introducían una cierta inquietud sobre su fuerza. Sin embargo, agregó que las perspectivas de una recuperación más vigorosa seguían bien sustentadas".
En el ámbito externo, todos los consejeros coincidieron en que se observaba una senda de recuperación, aunque "con bastantes riesgos".
En cuanto a las variaciones del dólar, algunos consejeros llamaron la atención sobre la depreciación de la moneda.
Un consejero señaló que "este tema se había vuelto un factor de especial preocupación para las economías emergentes, que se producía en un contexto de debilidad del dólar y de búsqueda de retornos por parte de los inversionistas".
Añadió que el peso había mostrado bastante volatilidad y que las implicancias de todo ello debían ser procesadas cuidadosamente. Un consejero destacó que "la apreciación del peso había sido, en lo más reciente, brusca e
inesperada, pero que desde que detonó la crisis financiera global, la evolución del peso, punta a punta, no había diferido de lo ocurrido con monedas comparables".