Congreso

Las claves del polarizado ambiente político en el Congreso

La fragmentación de la Cámara ha influido para que al Gobierno se le haga difícil alinear a los suyos, lo que ha abierto espacios para que la oposición use ciertos temas estratégicamente lo que ha contribuido a la polarización.

Por: Claudia Rivas A. | Publicado: Jueves 24 de noviembre de 2022 a las 10:20 hrs.
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Empujones, encontrones, hasta golpes ha habido en la Cámara Baja, donde es más complejo ordenar a los diputados. Todos acusan a su contraparte de falta de voluntad política para llegar a acuerdos y nadie se abre al diálogo. En el Senado no llegan a estos enfrentamientos, pero los diálogos son cada vez más duros, tanto entre los senadores como hacia el Gobierno. Foto: Agencia UNO
Empujones, encontrones, hasta golpes ha habido en la Cámara Baja, donde es más complejo ordenar a los diputados. Todos acusan a su contraparte de falta de voluntad política para llegar a acuerdos y nadie se abre al diálogo. En el Senado no llegan a estos enfrentamientos, pero los diálogos son cada vez más duros, tanto entre los senadores como hacia el Gobierno. Foto: Agencia UNO

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Hace semanas que el clima en el Congreso Nacional ha ido desmejorando, pero el proceso de elección de la nueva mesa de la Cámara de Diputadas y Diputados fue un significativo punto de inflexión por cuanto desencadenó no solo episodios de mayor tensión entre la oposición, que salió derrotada, sino que generó también divisiones al interior de algunos partidos. El polarizado escenario podría complicar el proceso de las reformas emblemáticas que se tramitan en la Cámara Baja como son la tributaria y la de pensiones. E incluso está perjudicando el avance del nuevo proceso constituyente.

Los elementos que llevaron a la crisis que atraviesa el Parlamento son múltiples y variados, pero convergen en un ambiente que hace muy difícil el debate y muchos más aún el diálogo político, a lo que contribuye de sobremanera la gran fragmentación al interior de la Cámara especialmente.

El también llamado, entre los parlamentarios, proceso constituyente 2.0 avanza con una lentitud inesperada, dada la urgencia que mostró el Ejecutivo y el oficialismo en desarrollar un nuevo proceso, corrigiendo los “errores” que condujeron al rotundo rechazo de la propuesta constitucional.

1.- Elecciones de la mesa de la Cámara

A este proceso, que concluyó el pasado lunes 7 de noviembre, los diputados llegaron arrastrando un ya largo proceso de ausencia de diálogo, entre el oficialismo y la oposición. Ambos sectores acusaban a su contraparte de falta de voluntad política para buscar acuerdos. Pero esto no solo se manifestaba entre la oposición, los dos pactos oficialistas, la DC y el PDG, sino también al interior de los mismos. Lo que quedó en evidencia al momento de elegir a la nueva mesa, donde solo restaba que Apruebo Dignidad, el Socialismo Democrático, la DC y el PDG ratificaran el acuerdo administrativo sellado en marzo de este año y según el cual le correspondía al PC asumir la presidencia, con la diputada Karol Cariola. Sin embargo, la ambición del PDG por asumir en este periodo llevó a parte de sus diputados a negociar con la derecha; la DC le puso una exigencia al PC para apoyarlo, que para la tienda resultó inaceptable al punto de bajar a Cariola. Y la derecha, con votos del PDG y la DC intentó hacerse con la presidencia. Finalmente, con una votación muy ajustada, el oficialismo logró imponer a Vlado Mirosevic y la DC y el PDG terminaron divididos. Los DC parecen estar superando el impasse, no así el PDG.

2.- Ofensiva de Chile Vamos

La oposición quedó resentida con lo sucedido, pues vieron muy cerca la presidencia de la Cámara, al levantar como su carta al DC Miguel Ángel Calisto. De haber resultado su apuesta, Chile Vamos esperaba reestructurar las presidencias de comisiones  para encabezar algunas que son emblemáticas. Como su jugada no resultó, todo continuaría igual y no podrían acceder a las presidencias que aspiraban. Por lo que aumentaron la tensión notificando al oficialismo que recurrirían a otra estrategia: censurar 13 de las 26 presidencias de comisiones. Por lo pronto, la de Economía la tenían entre ceja y ceja hace semanas. Es así como este martes lograron su cometido con el voto del PDG, a través del diputado Víctor Pino y continuaron con su listado, que contempla, entre otras, las comisiones de Minería, Agricultura, Defensa, Seguridad y Desarrollo Social. A esto se suman las constantes amenazas de censura al nuevo presidente de la Cámara, que la derecha anunció aún antes de que el diputado resultara electo.

La próxima semana el Senado podría votar la ratificación de la propuesta del Ejecutivo para designar al fiscal Metropolitano Centro Norte, José Morales Opazo, en reemplazo de Jorge Abbott como fiscal nacional. Y aún no existe certeza de que el nombre se apruebe, ya que no cuenta con el beneplácito de todo el oficialismo.

3.- Acusaciones de intervencionismo

En el marco de las negociaciones por la mesa de la Cámara participó la ministra de la Segpres Ana Lya Uriarte con el fin de lograr que se respetara el acuerdo administrativo suscrito en marzo. A raíz de lo mismo, el miércoles recién pasado un grupo de diputados opositores presentaron un proyecto de resolución –que fue rechazado- en que se manifestaba al presidente Gabriel Boric su preocupación y rechazo al “intervencionismo y la intromisión del Gobierno, especialmente de la ministra Secretaria General de la Presidencia en asuntos internos de la Corporación que conciernen exclusivamente a los diputados”. Si bien no se aprobó, el sector hizo el punto político que buscaba dejar de manifiesto la actuación del Gobierno. Pero esto genera que en algunos legisladores del sector comience a tomar mayor fuerza la idea de acusaciones constitucionales a las que la oposición no renuncia.

4.- Reforma tributaria

El 7 de julio, el gobierno ingresó a trámite una reforma tributaria que no termina de convencer a la oposición y si bien fue aprobada en general, la tramitación particular en la Comisión de Hacienda la ha sacado adelante el oficialismo, que es mayoría en esa instancia. Pero incluso los representantes del Gobierno en esta instancia presentaron una indicación que tiene complicado al Ejecutivo y que crea un impuesto sobre las transacciones financieras, conocido popularmente como “impuesto Robin Hood”. El ministro de Hacienda, Mario Marcel, advirtió sobre el riego de doble tributación que genera esta propuesta, pero los diputados patrocinantes, entre ellos el presidente de la Comisión el socialista Jaime Naranjo, creen que recaudaría más que el impuesto a los súper ricos y no la han retirado, generando un ruido al innecesario al Ejecutivo y entregando un arma adicional a la oposición para insistir en que el impuesto a la riqueza es una mala idea, porque no recauda lo que Hacienda estima.

De hecho, Chile Vamos insiste en que se debiera dividir el proyecto para avanzar en aquellos aspectos en los que hay acuerdo –evasión, elusión y royalty- y postergar materias como el impuesto a la riqueza. El diputado de RN Frank Sauerbaum que integra las comisiones de Hacienda y Trabajo ha llevado el pandero en este tema, que saca a colación cada vez que puede.

5.- Reforma de pensiones

En la misma línea que con la reforma tributaria, incluso antes de que la reforma de pensiones ingresara a trámite, Chile Vamos había propuesto al Gobierno que se dividiera el proyecto para avanzar en mejorar la Pensión Garantizada Universal (PGU) y luego buscar acuerdos en los demás aspectos de la propuesta del Ejecutivo, como el destino del 6% adicional, que es el corazón de la iniciativa. Sauerbaum se ha convertido en la piedra en el zapato del ministro Marcel. Ya que ahora, el parlamentario llevó el debate a las cifras en que se fundamenta la iniciativa, pues estima que existe falta de transparencia respecto a esos datos. En la oposición están convencidos de que este proyecto tendrá el mismo destino que sus predecesores y es una de las razones por la que insiste en separar la PGU del resto de la reforma. ¿La razón? Que resulta impopular rechazar un aspecto de la propuesta que es tan popular. De ahí que la cruzada en la que ahora se embarcó Sauerbaum sea la de  detener la discusión hasta que se aclaren las cifras. En este escenario, todo indica que esta reforma también avanzará a pie forzado. Mientras desde el oficialismo acusan obstruccionismo de la oposición en ambas reformas.

6.- Presupuesto 2023

El escenario de la discusión del proyecto de Ley de Presupuestos para el próximo año no es mucho más auspicioso, en cuanto a ambiente político. Por lo pronto y sorpresivamente, la oposición rechazó, en el marco de la discusión de la Ley de Presupuestos, la partida de seguridad del Ministerio del Interior, dándole un golpe al Gobierno y pese a que esta área es la que el sector más defiende. La sorpresa no solo la generó que fuera justamente este sector el que se negara aprobarla –con la excusa de que los recursos eran insuficientes-, sino que también porque con ello desconocieron el acuerdo suscrito previamente por la Comisión Mixta de Presupuestos, que auguraba un ágil despacho de la iniciativa en la Cámara. A la oposición no le importó dejar en tela de juicio el liderazgo del presidente de la Comisión Mixta, el senador UDI Juan Antonio Coloma, sino que incluso algunos diputados del sector que habían suscrito el acuerdo no lo respaldaron llegado el momento. Aunque la polémica partida se repuso en el Senado, en esta instancia senadores de oposición continuaron en la misma línea rechazando algunas partidas de la Segegob y la Segpres, que si bien no estaban en el acuerdo, con ello aportaron un significativo aumento de la tensión.

7.- Fiscal nacional

La próxima semana el Senado podría votar la ratificación de la propuesta del Ejecutivo para designar al fiscal metropolitano Centro Norte, José Morales Opazo, en reemplazo de Jorge Abbott como fiscal nacional. Y aún no existe certeza de que el nombre se apruebe, ya que no cuenta con el beneplácito de todo el oficialismo. Algunos de sus detractores argumentan que Opazo es un verdadero “Abbott 2.0”, ya que si bien ha llevado casos tan relevantes como el caso Cascadas y el de colusión de las farmacias, lo que podría haber jugado en su favor, los dictámenes generan bastante controversia, ya que el caso de la colusión de las farmacias concluyó con clases de ética para los ejecutivos. A otros oficialistas les incomoda que un Gobierno que se declara feminista no se haya decantado por una mujer. Así las cosas, los 33 votos necesarios para ratificar a Morales no están seguros, porque el gobierno aún no ha logrado alinear a sus filas.

8.- Partidos bisagra

Por último, aunque no menos importante, lejos de contribuir al encuentro y al diálogo político, las pequeñas bancadas de la Democracia Cristiana (DC) y el Partido de la Gente (PDG) no han encontrado su centro y su estrategia de negociar con unos y otros no solo los ha desperfilado, especialmente a la DC que desde el regreso a la democracia se ha declarado de centroizquierda, haciendo énfasis en el centro; menos al PDG que carece de una ideología que le marque el rumbo. No obstante, ambos han zigzagueado entre la oposición y el oficialismo sin un derrotero claro, de los que ambos partidos dieron cuenta en la elección de la mesa en que votaron divididos, al punto que el PDG efectivamente se dividió en la Cámara.

9.- Nuevo proceso constituyente

El también llamado, entre los parlamentarios, proceso constituyente 2.0 avanza con una lentitud inesperada, dada la urgencia que mostró el Ejecutivo y el oficialismo en desarrollar un nuevo proceso, corrigiendo los “errores” que condujeron al rotundo rechazo de la propuesta constitucional. En algunos sectores del oficialismo ronda la permanente desconfianza acerca de cuánto partido quiere sacarle la oposición al 62% que se inclinó a votar Rechazo y según sus cálculos y la actuación de algunos representantes del sector post plebiscito y dentro de este nuevo proceso, se responden que mucho. Lo que preocupa en el oficialismo, porque notan que la oposición está ralentizando el proceso. Lo que genera, señalan en el oficialismo un escenario de incertidumbre que no termina y que sumado al proceso de recesión –que ya todos dan por hecho- puede crear un peligroso cóctel.

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