La directora de Presupuestos, Rosanna Costa, informó ayer que a diciembre de 2013 la ejecución presupuestaria alcanzó un 96,2%, lo que representa el porcentaje de subejecución más alta en 15 años.
Sólo en 2011 hubo un porcentaje similar cuando se registró una ejecución de 96,3%.
Consultada por este punto, Costa destacó que la subejecución responde a un “control del gasto público”, que en promedio creció un 4,6% real en los cuatro años del presidente Piñena, para así poder alcanzar la meta del déficit estructural de 1%, y que como se mencionó anteriormente finalizó en 0,7%.
“Efectivamente el gasto (4,6%) es algo menor del que proyectamos en septiembre (5,9%) y, por supuesto, también se hace cargo de una inflación esperada inferior a la que se había proyectado, a menores resultados de Codelco y a que hubo un trabajo del gobierno en su conjunto para cumplir la meta del 1%. Hay una suma de dos elementos en esa comparación con la ley aprobada que hace difícil separar la incidencia de ambos factores”, dijo Costa.
Sin embargo, BBVA asegura que la diferencia entre el 0,7% y el 1% de déficit anunciado con ocasión de la Ley de Presupuesto está principalmente explicada por el menor gasto ejecutado.
“El año 2013 se caracterizó por un bajo (histórico) nivel de ejecución y por una caída del gasto de capital asociado, en parte, al término de la reconstrucción post terremoto. La ejecución respecto a lo aprobado en la Ley de Presupuesto fue de 96,2%, cifra inferior al 97,6% del año anterior y la más baja desde que se tienen estadísticas comparables, al menos desde 2001”, destacó BBVA.
De hecho, la explicación de Costa tampoco dejó conforme al economista de Aserta, Hernán Frigolett. A su juicio, hubiese sido mejor haber cumplido con la meta de -1% y haber avanzado en ejecuciones importantes para el crecimiento del país, como en materia de infraestructura. “Decir que este menor déficit es algo positivo es correcto, pero es ver las cosas desde el lado positivo. Para mi hubiese sido mucho mejor haber terminado con el déficit pronosticado y que la ejecución del Presupuesto hubiese sido la que estaba estimada”, afirmó Frigolett.
En tanto, desde Libertad y Desarrollo (LyD) se destaca que la baja ejecución “confirma lo que hemos estado viendo los últimos años, el esfuerzo que ha hecho este gobierno en controlar el crecimiento explosivo que hubo del gasto público. Si miramos las cifras 2006-2009 el gasto se estaba disparando. Teníamos crecimientos del 9% durante dos, tres años y este gobierno tuvo que apretarse el cinturón en un contexto en que el aporte del cobre estaba cayendo. Esto no fue fácil. Lo que al final del día un país estable no puede darse el lujo es que el gasto crezca mucho más que el producto, amenazando su estabilidad macro”.
Menor impulso para 2014
Por otra parte, el equipo de estudios de BBVA también destaca que el menor gasto tendrá un flojo efecto en el desempeño económico de 2014. ”La expansión del gasto fiscal sobre 6% tendría una contribución no menor a 0,6% en el crecimiento del PIB, y se concentraría temporalmente la segunda parte del año. Es decir, los vientos comienzan a soplar favorablemente hacia el segundo semestre del 2014”, sentenciaron.
Ingresos del gobierno central cayeron un 1,5% real anual
Otros datos que destacan de la ejecución presupuestaria informado por Rosanna Costa es que los ingresos del gobierno alcanzaron los $28.734.260 millones el año pasado, lo que representa una disminución de 1,5% real anual y corresponde al 20,7% del PIB estimado.
"En la baja de los ingresos durante el 2013 incidió principalmente los menores ingresos provenientes del cobre, sumado a los resultados de la operación renta", sostuvo la directora de Presupuesto.
Junto con ello detalló que la recaudación tributaria llegó el año pasado a $ 22.953.043 millones, con una baja de 1% real anual. Esto se descompone en un aumento de 1,7% en la recaudación de contribuyentes no mineros y una reducción de 28,8% en la tributación de la minería privada.
Los ingresos relacionados con los traspasos de Codelco, tanto por excedentes como por impuestos (cobre bruto) alcanzaron los $1.412.418 millones, lo que implica una disminución real en el año de 29,3%.
