Economía y Política

El oráculo olímpico

Gracias a un modelo matemático, PricewaterhouseCoopers proyecta cuántas medallas se llevará cada país.

Por: | Publicado: Viernes 1 de agosto de 2008 a las 05:00 hrs.
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Según PricewaterhouseCoopers (PwC), China ganará estas olimpiadas, las suyas, si se mide por el número de medallas obtenidas. La afirmación no es al voleo; la respalda un modelo matemático, que le ha permitido proyectar el rendimiento olímplico desde 1988, cuando se realizaron los juegos de Seúl.

Hoy, a una semana del inicio de los Juegos Olímpicos, los más caros de la historia, entrega nuevamente sus proyecciones. En ellas, no sólo el esfuerzo explica el rendimiento. También la población, su nivel de ingreso, si el país formó parte de la ex Unión Soviética o el bloque comunista, si es el anfitrión y obviamente, la historia, el número de medallas obtenidas en el pasado.

De hecho, este último es el factor más importante dentro de las variables del modelo. Este tiene un poder explicativo de casi un 90%, pero si se excluyera el factor historia, bajaría a 50%.

¿Qué muestra este “oráculo” desarrollado por PricewaterhouseCoopers?En primer lugar, que al podio olímpico se subirán China, Estados Unidos y Rusia, en ese orden.

El anfitrión obtendrá 88 medallas, apenas una más que Estados Unidos, pero 25 más que las que ganó en Atenas 2004. Por el contrario, las 87 medallas que se pronostican para Estados Unidos, implican para ese país una caída de 16 medallas en relación a su rendimiento en Grecia. Rusia también presentará una caída, de 92 a 79 preseas.

Más atrás, figurarán otros destacados olímpicos, como Alemania, Australia, Japón y Francia. Todos, eso sí, podrían tener retrocesos en esta olimpiadas, según el modelo de PwC.



El tamaño importa

“David puede vencer a Goliat en la arena olímpica”, reconoce la consultora, aunque el margen para la hazaña es estrecho. 

 En el caso de la población e ingresos, el número de medallas aumenta en la medida que éstos lo hacen, pero no en una relación proporcional. Si la población o los ingresos se duplica, no se duplicará el número de medallas, ni viceversa.

En todo caso, de acuerdo al estudio de PwC, liderado por John Hawksworth, más que el ingreso per capita, importa el producto total del país.

De hecho, los 30 países que lideraron el medallero olímpico  en Atenas representan el 84% del PIB mundial y se llevaron el 83,6% de las preseas. En Beijing, se espera que estas naciones ganen el 82% de las medallas en juego.

El modelo de PwC se hace cargo de varios fenómenos que de alguna manera alteran la relación anterior: en primer lugar, existe una evidencia estadística que los países del antiguo bloque soviético tienen rendimientos superiores a su peso económico.

Por otro lado, muchos atletas de países más chicos o pobres, han podido entrenarse en naciones ricas, lo que  explicaría, por ejemplo, el éxito de los velocistas caribeños.

También influye la especialización. Mientras los países grandes como Estados Unidos, pueden dispersarse entre una amplia gama de deportes, los más pequeños pueden concentrarse en las disciplinas en que tienen ventajas comparativas. Es el caso de Kenia y Etiopía, y las carreras de larga distancia.

Por último, y aunque PwC reconoce que es difícil de probar, existe la percepción popular que los atletas de los países más pobres pueden tener “hambre de éxito”.



La disciplina perdura

En los países de la ex Unión Soviética o del bloque comunista, donde el deporte tuvo una gran relevancia como factor de propaganda política, persiste la disciplina y los buenos resultados, a pesar de que han pasado casi 20 años desde la caída del muro de Berlín.

Esto demuestra, dice PwC, que la planificación estatal y la intervención puede producir resultados perecederos. Esta impronta, agrega el informe, podría desvanecerse gradualmente si esos países bajan su inversión deportiva y se jubilan los atletas formados bajo el antiguo modelo. Sin embargo, recalca, se formó una tradición deportiva duradera.

 

El factor local

China puede tener una ventaja en su calidad de anfitrión. Como explica PwC, normalmente el organizador tiene un desempeño superior a su peso deportivo anterior. Sin embargo, este efecto  se nota más en los países grandes. Por ejemplo, en Sydney, Australia obtuvo 58 medallas y cuatro años después, en Atenas, bajó a 49, es decir, un 18%. Grecia aumentó de 13 a 16 sus medallas entre 2000 y 2004, lo que a simple vista no parece significativo, pero en términos porcentuales implicó casi un 20% de crecimiento.

De acuerdo al modelo de  PwC, esta variable, más  el apoyo estatal, le permitirá a China desafiar la supremacía de Estados Unidos e incluso ganar.

 Por último, la variable que más incide en el modelo predictivo es el desempeño histórico, las medallas del pasado, lo que puede verse como el reflejo de que las ventajas comparativas en el deporte tienden a persistir.



Algunos "distractores"

En todo caso, advierte PwC,este modelo no puede explicar todas las variables que inciden en el medallero olímpico. Este puede “alterarse” por actuaciones individuales sobresalientes, así como por factores tales como:

El peso relativo del Estado y de las empresas en el financiamiento de atletas olímpicos. Por ejemplo, el patrocinio privado podría explicar por qué Estados Unidos obtuvo más medallas en Atenas que las que señaló el modelo predictivo.

Asimismo, la eficacia de este financiamiento es mayor cuando se concentra en una gama acotada de deportes que cuando se dispersa.

Por último, la importancia de los deportes olímpicos en cada país es relevante. Por ejemplo, India a pesar de tener más de 1.000 millones de habitantes, apenas obtuvo una medalla en Sydney y otra en Atenas, lo que se explicaría por su afición al cricket. Sin embargo, para Beijing 2008, el modelo arroja seis medallas para este país.

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