El director del departamento del Hemisferio Occidental del
Fondo Monetario Internacional (FMI), Nicolás Eyzaguirre, consideró hoy que lo
peor de la crisis económica está por llegar y que es posible que revisen a la
baja las previsiones de crecimiento mundial.
En la reunión de ministros de Economía iberoamericanos, que
hoy se celebra en Oporto para analizar la crisis financiera internacional y
alcanzar una postura común cara a la próxima reunión del G20, el ex ministro de
Hacienda de Ricardo Lagos consideró la posibilidad de que el FMI vuelva a
revisar a la baja las previsiones de crecimiento mundial que han ido bajando
desde el 3% hasta el 0,5% actual y que podrían entrar en terreno negativo.
La crisis "es muy grave y verdaderamente
globalizada" y eso se observa ya en "el colapso del comercio
internacional y la producción industrial de todo el mundo" y en los
resultados negativos del cuarto trimestre de 2008 en muchos países y los
indicadores anticipados para el primer trimestre son peores de lo previsto hace
poco, y "no podemos decir que la situación esté mejorando. Todo lo
contrario".
De hecho, "es posible que el FMI reduzca más a la baja
su pronóstico con respecto al crecimiento mundial, incluso por debajo de
cero", afirmó el responsable, que recordó que la "incertidumbre"
y las "tensiones" siguen dominando el panorama financiero
internacional.
En su opinión, "el factor esencial es la situación
financiera: el proceso de ‘desapalancamiento’ continua y se está
intensificando. Por ejemplo, ahora en Europa oriental vemos un cambio de
dirección de los flujos de capital".
Eyzaguirre afirmó que "la coyuntura actual exige un
alto grado de coordinación internacional de las políticas" ya que
"nos afecta a todos y nadie es inmune". "Las economías avanzadas
necesitan que los países en desarrollo sean económicamente fuertes, y
viceversa".
Una de las propuestas fue que, dado que la aplicación de
políticas fiscales y monetarias anticíclicas es una cuestión de grado,
"una función importante que podría desempeñar el FMI es monitorizar los
esfuerzos a escala mundial y asesorar a los países sobre el límite hasta el que
pueden, y deben, llegar".