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Cancillería baja el perfil a dichos del Papa y afina estrategia ante arremetida boliviana

José Miguel Insulza, en calidad de ex canciller, viajará a Argentina y Uruguay para explicar la posición nacional ante la demanda marítima paceña.

Por: | Publicado: Martes 14 de julio de 2015 a las 04:00 hrs.
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Por Víctor Hugo Moreno S.

No bastó con el llamado al diálogo que hiciera la semana pasada el Papa Francisco en su vista a La Paz. Ayer el Sumo Pontífice volvió a referirse al tema, al afirmar al regreso de su viaje por Sudamérica que "no es injusto que Bolivia se plantee la salida al mar y que una mediación papal sería un último paso (...) Siempre hay una base de justicia cuando hay cambio de límites territoriales y sobre todo después de una guerra. Yo diría que no es injusto plantearse una cosa de ese tipo".
A dichas palabras el gobierno chileno, a través del canciller Heraldo Muñoz, intentó bajarle el perfil aludiendo a que el Papa no está tomando partido por ninguna de las partes y a que el llamado al diálogo que hace, es el mismo que ha estado llevando a cabo Chile con la intención de recomponer las relaciones diplomáticas con el vecino país: "El mayor respeto a lo que el Papa Francisco dice, y quiero rescatar de sus palabras la insistencia en el diálogo. Él ha subrayado que el Vaticano no se puede inmiscuir, no puede aparecer presionando", señaló.
Consultado Muñoz respecto a la posible mediación papal como "último paso", dijo que "aquí no hay nada que mediar porque aquí hay un tratado que fue firmado por los gobiernos, ratificado por los parlamentos".
En ese contexto la reacción de la Cancillería se mantiene firme respecto a la asumida la semana pasada, y a la insistencia en que nuestro país está abierto a recomponer el diálogo como lo ha dicho el Sumo Pontífice y que es Bolivia el que pone condiciones como lo es la soberanía marítima. La Cancillería descartó, además, presentar algún tipo de reclamo formal en contra del Estado del Vaticano por estas últimas intervenciones del Santo Padre.

"Trabajo de contención"
Desde del Parlamento como expertos internacionales se han esbozado ciertas críticas a la gestión de la Cancillería chilena por no adelantarse a escenarios adversos como éste. Sin embargo, en el Edificio Carrera están tranquilos con la estrategia de "diplomacia reservada" que han llevado a cabo sin la resonancia mediática de Bolivia, y que ha tenido resultados concretos como evitar que en la Cumbre del Mercosur -en diciembre del año pasado- existiera alguna mención oficial respecto del tema; como así también en la cumbre Celac de Costa Rica a inicios de este año. Dentro de ese trabajo de contención han participado ex presidentes, ex cancilleres y parlamentarios.
Ahora, a ese equipo sumó a un nuevo integrante: el ex secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, quien en su calidad de ex canciller viajará a Argentina y Uruguay esta semana para presentar la posición chilena y contrarrestar la llamada "campaña del mar", impulsada por Evo Morales y que consta en salir a buscar apoyos en los países de la región.
Insulza se reunirá con las autoridades de esos países, para evitar cualquier apoyo, según explicó una alta fuente de la cancillería chilena. La misma fuente resalta que Chile seguirá trabajando en ese marco de la diplomacia.
Así también, el subsecretario de RREE Edgardo Riveros- tal como el año pasado- se encargará de velar para que en la próxima cumbre del Mercosur, a realizarse en Brasilia entre el 16 y 17 de julio, aparezca el tema del mar en la agenda.

Reacción del Parlamento
Desde el Congreso disímiles fueron las reacciones, que en su mayoría concuerdan con la actitud tomada por la Cancillería, aunque algunos alertan por la inconveniencia de las declaraciones de Francisco.
"Sus palabras claramente significan un respaldo a la aspiración marítima boliviana", afirmó el diputado Jorge Tarud (PPD). Mientras que el senador y ex canciller, Ignacio Walker (DC), dijo que "en la diplomacia hay ciertas prácticas, cierto lenguaje que hay que cuidar principalmente la virtud de la prudencia, recordemos que estamos ante un caso judicial en La Haya".
El presidente de la Comisión de RREE del Senado, Francisco Chahuán(RN), en tanto, dijo que "queremos respaldar, las dos comisiones, lo que ha sido la conducta del canciller y del mismo modo reiterar el llamado a Bolivia para que el inicio de las relaciones diplomáticas sean aquí y ahora".

EL "CRUCIFIJO COMUNISTA" DE EVO

Otro de los temas que abordó el Papa Francisco a su arribo al Vaticano, además de la demanda marítima, fue el curioso regalo que le dio el presidente de Bolivia Evo Morales: "un crucifijo comunista".
El Papa dijo no estar ofendido por el obsequio. Morales sorprendió al Sumo Pontífice con un crucifijo tallado y unido al símbolo comunista de la hoz y el martillo. "Yo entiendo esta obra, para mí no fue una ofensa", dijo el Papa y aclaró que hay que contextualizarla con el momento en el que vivió el artista que la creó -el jesuita español afincado en Bolivia, sacordote Luis Espinal -torturado y asesinado-. Francisco, además, oró en el sitio del asesinato de Espinal a su llegada a Bolivia.
El Papa indicó que no sabía que el padre Espinal era también escultor y poeta y calificó el objeto de "arte de protesta". Francisco explicó que el padre Espinal era uno de los exponentes de la Teología de la Liberación, en la que una de sus muchas ramas "proponía el análisis marxista de la realidad".

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