Gobierno

La irrupción del factor PC en el escenario político

Con el triunfo de la tesis que apuesta por la inserción en el sistema, lo más importante será el papel que termine jugando el Partido Comunista en la contención de los movimientos sociales.

Por: | Publicado: Sábado 1 de junio de 2013 a las 05:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Por Blanca Arthur

Era una decisión que se esperaba. Porque aun cuando fue producto de largos debates en su interior, los pactos electorales suscritos con la Concertación hacían prácticamente impensable que en el Partido Comunista se impusiera la tesis de enfrentar la elección con una candidatura meramente testimonial.

Con el argumento que era la que le daba más garantías para su propósito de ser un actor importante en el panorama político, dicho partido optó, al final, por sumarse a la postulación presidencial de Michelle Bachelet, en una actitud concordante con la línea que ha impulsado el diputado Guillermo Teillier desde que asumió su conducción.

Como nunca antes desde el regreso a la democracia los comunistas se habían comprometido con un abanderado de la Concertación en los términos de ahora, el acuerdo -que significó incluso la incorporación de algunos de sus dirigentes al comando de la candidata- se transformó en uno de los principales hitos del actual proceso político-electoral.

La prueba es que, aun cuando responde a la conocida tesis de Teillier de insertarse en el sistema, la determinación del PC generó un fuerte impacto por los inciertos alcances que pueda tener.

¿Fuga de votos en las primarias?
En lo inmediato, los primeros cálculos apuntaron a los posibles efectos electorales por la eventual fuga de electores moderados que podría producir al menos la imagen de izquierdización de la candidatura bacheletista. Fue la conclusión que sacaron no sólo los candidatos del oficialismo, sino los dos postulantes opositores que representan posiciones más de centro.

Con más cautela que los planteamientos que hicieron Pablo Longueira o Andrés Allamand, la posibilidad de que la decisión comunista los podría beneficiar fue también lo que postularon tanto el independiente Andrés Velasco, como el DC, Claudio Orrego. La apuesta de ambos, de acuerdo a lo que indican en sus comandos, es que dado el rechazo que aun existe en sectores concertacionistas hacia las posiciones del PC, la incorporación de ese partido a la campaña de Bachelet podría incidir en que ellos logren mejores resultados en las primarias.

Nada de esto significa, sin embargo, que en los círculos de los demás presidenciables consideren que esta situación podría afectar el triunfo de Bachelet el próximo 30 de junio, ni tampoco impedir que finalmente gane las elecciones.

La importancia que se le adjudica a que Orrego como Velasco logren un resultado que no sea lo marginal que muestran las encuestas, apunta por una parte a que las posturas moderadas puedan tener más influencia en el programa cuando la candidata represente a toda la oposición, pero especialmente a que sea un factor que neutralice la posible presencia del PC en un futuro gobierno bacheletista.

Poca incidencia en el programa
Como la actual abanderada de la izquierda aun no ha definido su programa, sino que ha dado lineamientos generales, todo indica que existiría espacio para que después de las primarias ella busque el máximo consenso sobre la base de recoger las propuestas de los otros.

Considerando que existen acuerdos básicos al menos entre los partidos -no con Velasco- en temas que parecen ser los ejes de su campaña, como la reforma tributaria, el cambio de la Constitución o materias educacionales, no son las diferencias programáticas las que asoman como el principal factor de discordia por la incorporación del PC. Tanto es así que, frente a las dudas que ha planteado la Democracia Cristiana luego de la decisión de los comunistas, el propio Teillier se ha encargado de desmentir que su participación implique un giro a la izquierda, recordando que existe un preacuerdo programático firmado por toda la oposición donde están plasmadas las coincidencias en las principales reformas que se deberían realizar. Basta tener presente que el mismo Orrego ha postulado durante su campaña no sólo una profunda reforma tributaria, sino también se ha mostrado partidario de la creación de una AFP estatal e incluso ha planteado el fin de las Isapres.

Es por eso que el estado de alerta en que entró la DC luego de la decisión de los comunistas no se relaciona tanto con discrepancias programáticas, como con el papel que éstos podrían jugar en el futuro.

Incorporación al gobierno
Marcando una diferencia con la situación de Velasco, para quien afirmar que no gobernaría con el PC sólo lo puede beneficiar, eso mismo en boca de los dirigentes DC adquiere otra dimensión porque se trata de una realidad que probablemente deberán enfrentar.

La decisión de que formen parte de un posible gobierno bachelestista es cierto que no está oficialmente tomada, como lo confirman las declaraciones de la propia candidata diciendo que su desafío primero es ganar las elecciones.
Pero aun cuando eludió el tema, a lo que se suma que Teillier ha precisado que la decisión de su partido no implica que tenga ese propósito, todo indica que lo ocurrido apunta en esa dirección.

Es lo que se desprende no sólo por la acogida de la abanderada presidencial para sumar a dicho partido a la campaña, sino porque responde a su intención de que éste sea parte de esa nueva mayoría que quiere conformar.
En esa línea, basta recordar cómo Bachelet destacó la importancia de la incorporación del PC al sistema en la carta que le mandó al cumplir 100 años, planteamiento que coincide plenamente con la tesis que terminó imponiéndose cuando dicho partido tomó la opción de sumarse a esta candidatura.

En la DC reconocen que la derrota de las posiciones más radicales -como las que sostenían algunos dirigentes de las JJ.CC. y del mundo sindical- es reflejo de una decisión en la línea de insertarse en el sistema que ha postulado su actual presidente.

Pero eso no significa que no les preocupe, más que por diferencias ideológicas como la distinta mirada al respeto a los derechos humanos o a la libertad de expresión en países como Cuba –que es lo que han destacado-, por la actitud que podrían tener para asegurar la gobernabilidad.

Ése es el tema de fondo que emergió con fuerza luego de que el PC tomara su polémica decisión. Porque si bien es cierto que se impuso la postura más moderada, los mismos que la empujaron admiten que no están en condiciones de impedir las manifestaciones de los sectores sociales que se manejan con autonomía. En ese contexto se recuerda que cuando los dirigentes comunistas intentaron mediar buscando acuerdos con los políticos, el partido perdió parte importante de las federaciones estudiantiles como la FECH, pese al liderazgo de Camila Vallejo.

Papel de contención
Como sea, sobre todo en la medida en que llegue a un acuerdo que le permita una participación más amplia en el sistema, instalando más de los tres diputados que tiene actualmente -entre ellos la propia ex dirigente estudiantil-, es probable que el PC tienda a jugar un papel de contenedor que reconocen que es difícil porque no pueden exponerse a quedar al margen de las demandas sociales, como tampoco que ello los expulse del sistema por el que están apostando.

Con el paso dado por los comunistas, sumado a la caída de Camilo Escalona, todo apunta a que uno de los principales efectos de la decisión adoptada, es la importancia que podrían tener en la gobernabilidad de la llamada "Nueva Mayoría", la que hasta ahora se suponía un patrimonio del eje PS-DC.

En este cuadro, lo que aparece más difuso es lo que ocurrirá con la Democracia Cristiana, la que dadas las circunstancias, en ningún caso se negará a formar parte de una coalición por el solo hecho de que esté el PC, menos si ésta tiene todas las posibilidades de conquistar el poder.

La forma que adquiera esta nueva coalición está pendiente, lo que dependerá en parte de la discusión que se abrirá después de las primarias, donde la gran interrogante es cómo Michelle Bachelet buscará el equilibrio para impedir que la suma de todas las fuerzas sea un elemento que colabore con la estabilidad, no que atente en contra de ella.

Lo más leído