Economía y Política

Por alto IPC de enero mercado ahora ve primera baja de tasa en junio y más inflación a fin de año

Los precios subieron un 12,3% anual y un 0,8% mensual, impulsados por los alimentos y bebidas alcohólicas. Analistas reafirman que el Banco Central se habría quedado corto con el 3,6% que proyecta para la inflación a diciembre.

Por: Montserrat Toledo | Publicado: Miércoles 8 de febrero de 2023 a las 16:25 hrs.
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Día de sorpresas, pero para mal, fue este miércoles. El alza de 0,8% que experimentó el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en enero de 2023 se tradujo en reacomodos del panorama económico del año, ya que tendió a instalarse en el mercado que el Banco Central postergará para junio el esperado inicio de baja de la tasa de interés -ya no abril- y se afianzó la brecha con la visión del mismo ente emisor respecto a que la inflación anual bajaría a 3,6% hacia diciembre.

El resultado, mayor al 0,5% esperado y que apenas alcanzó para moderar la inflación en doce meses -de 12,8% a 12,3%- se explicó por un alza generalizada de precios, ya que un 74% de los productos de la canasta que elabora el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) se encarecieron en la partida de 2023, y once de las doce divisiones subieron. La baja del transporte -de 0,2%- estuvo lejos de poder compensar los aumentos de alimentos, que en enero explicaron la mitad del avance de la inflación, y que en doce meses sube casi 24%.

El pan, cereales, hortalizas, legumbres y tubérculos fueron los bienes que más incidieron en el aumento, y Claudia Sotz, economista jefa de Tanner Investments, alerta que esta división podría seguir presionando al alza dado el potencial impacto de los incendios en la zona sur. Advierte un cuadro similar para equipamiento y mantención del hogar -dada la producción regional de madera-, que lleva tres meses con registros positivos que revelan “cierta persistencia”.

“La inflación de alimentos sigue siendo una piedra en el zapato para lograr que la inflación acelere su caída”, lamenta Sergio Godoy, economista jefe de STF Capital, quien describe que “las sorpresas bajistas de la inflación mensual se siguen casi compensando por las sorpresas alcistas y apuntando a una inflación que permanece volátil”.

También contribuyó al incremento del mes bebidas alcohólicas, y otra sorpresa llegó desde vestuario y calzado, una división que se esperaba restara al IPC, pero que aumentó 2,3% en el mes.

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Una inquietud era cuánto incidiría el IVA a los servicios en la inflación, y desde Scotiabank advierten que el efecto “se sintió, pero en menor magnitud a la esperada”. Por la gradualidad de aplicación de la ley, dicen que se podrían ver nuevos aumentos en los meses que vienen, y no descartan observar efectos contrarios por el cambio en el giro comercial de algunos prestadores para evitar el efecto de la ley.

También relatan que “la apreciación multilateral del peso aún no se siente con fuerza, lo que podría estar explicado por efectos de segunda vuelta y/o inventarios importados adquiridos a tipo de cambio mayor”. Pero, anticipan que “el traspaso es cosa de tiempo”, si se mantiene la apreciación reciente.

Una alerta compartida entre los expertos es que el IPC sin alimentos y energía saltó un 1,1%, más del doble de lo que suele subir en promedio en enero, acota Priscila Robledo, economista jefa en Fintual. Advierte que esto refleja “efectos de indexación”, y que en términos anuales la inflación sin volátiles -que el Banco Central “sigue de cerca”- sigue en 10,6%, habiendo bajado solo 0,5% desde su peak en septiembre.

Lo que viene

Pese a la sorpresa de enero, la apuesta sigue siendo que en febrero el IPC se modere: Andrés Pérez, economista jefe de Itaú, prevé un aumento en torno a 0,5% mensual, en línea con el rango de 0,4% a 0,5% que Sotz corrigió al alza tras conocerse el dato de enero.

En Santander son más optimistas, y contemplan una variación de 0,2%, de la mano de caídas en combustibles y “reversiones de algunas de las sorpresas de enero”, pero para marzo anticipan un “incremento relevante” por la estacionalidad habitual del mes. “A pesar de la sorpresa de enero, mantenemos nuestra visión de que la inflación continuará cediendo, empujada por la apreciación del tipo de cambio, las bajas en los valores internacionales y una actividad que seguirá debilitándose”, anticipan en el banco.

Robledo estima que la inflación de 11,1% que el Banco Central estimó para el primer trimestre en diciembre ahora estaría más cerca del 11,5% a 11,8%, lo que la lleva a plantear que “el dato de enero apunta a que las estimaciones de inflación del Central se van a quedar cortas”. De hecho, ella misma estima un rango de 5% a 6%.

El instituto emisor prevé que en diciembre la inflación se haya moderado a 3,6%, y Samuel Carrasco, economista senior de Credicorp Capital, es quien se mantiene más cerca de ese cuadro, con una expectativa de 4,5% con sesgo al alza. Marco Correa, economista jefe de BICE, contempla que el año cierre en torno a 5%, pero con variaciones sobre los dos dígitos hasta el segundo semestre. En Econsult proyectan un IPC anual en 5,1% a diciembre, cerca del rango de Sotz de 5,3% 5,4%, cuyo techo coincide con la estimación de Godoy.

Firme en 11,25%

Tras la reunión de política monetaria de enero, cuando el Banco Central mantuvo en 11,25% la tasa referencial, fueron cada vez más quienes dejaron de esperar recortes en abril, y mayo empezó a sonar cada vez con más fuerza. Pero ahora junio va pasando a la delantera para muchos: es el caso de Itaú, Security, BTG Pactual, BICE y Tanner. Hay otros, como Credicorp Capital y STF Capital que siguen teniendo a mayo en su escenario central, pero que asumen que junio es una opción cada vez más posible. En Santander siguen considerando ambos meses como opciones, y en Fintual y en la Universidad de Los Andes -específicamente el académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Aplicadas, Javier Mella- apuestan por mayo.

Patricio Jaramillo, director de Riesgo Financiero de Deloitte, recalca que en la confección del próximo Informe de Política Monetaria (IPoM) de abril, “será clave la capacidad de los modelos de proyecciones del Banco Central de arrojar trayectorias convergentes de inflación para el horizonte de 12 a 24 meses, para dar luces de la velocidad de ajuste”. Dice que si las proyecciones ya mostrasen una caída “importante” en la inflación esperada, pronosticarían una baja en la reunión de abril, pero si siguen mostrando demasiado persistencia, el primer recorte sería en mayo o junio.

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