Economía y Política

La arriesgada embestida de la Concertación

Con la idea de contrarrestar la popularidad del gobierno, la oposición ideó su estrategia de salir a confrontarlo, usando como bastión el Congreso para ejercer su papel.

Por: | Publicado: Sábado 6 de noviembre de 2010 a las 05:00 hrs.
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Con la certeza de que la aprobación al gobierno iría en aumento -lo que confirmó la medición del mes de octubre en que superó la barrera de los 60 puntos- los máximos líderes de la Concertación se sintieron conminados a idear una estrategia para enfrentar una realidad que los complica.

Fue en ese contexto, cuando inmediatamente después del rescate a los mineros confirmaron que se iniciaría una etapa de mayor confrontación, determinando que usarían al Congreso como el bastión para ejercer su papel opositor.

Con la premisa de que no tienen otro espacio equivalente para tener protagonismo, por la fuerza que les otorga contar con la mayoría, la decisión fue aprovechar la tramitación del Presupuesto del año 2011 para marcar la diferencia, cuestionándolo duramente e incluso con amenazas de rechazar al menos algunas de sus principales partidas.

En esa línea se inscribe el documento de 14 puntos que dio a conocer la Concertación, justo al día siguiente de que los presidentes de los partidos se restaran del homenaje que el presidente Sebastián Piñera les rindió a los mineros, dando con ese gesto el primer indicio de que el ánimo de unidad había cambiado.

Confirmando el giro de una aparente política de acuerdos que se había esbozado con el tema del royalty, el diseño de los líderes opositores fue mantenerse firme en la exigencia de reasignar algunos recursos acordes con sus intereses, mientras el punto central fue focalizarse en el tema más sensible que consideraron que les podía redituar: la supuesta lentitud en la reconstrucción después del terremoto del 27 de febrero.

Como parte de dicha estrategia, aun cuando no todos la compartían, las bancadas de la Concertación decidieron anunciar que se sumaban a la iniciativa de algunos diputados de la DC de interpelar a la ministra de Vivienda, Magdalena Matte, tras lo cual optaron, además, por desechar el principio de acuerdo con el gobierno en la Comisión Mixta.

Con esta actitud, la apuesta opositora apuntaba a recobrar presencia en la agenda pública, pero como reconocen muchos de sus dirigentes, se trataba de una jugada riesgosa, en parte porque no genera consenso, pero además, por el rechazo que producen en la ciudadanía las posturas confrontacionales.



Buscando sintonía

Por lo que confiesan algunos dirigentes concertacionistas, no ha sido fácil elaborar una estrategia que les permita, por una parte contrarrestar la buena percepción del gobierno, pero además posicionarse con una identidad propia.

Como prueba, nadie en la oposición desconoce que el principal problema que los afecta son las diferencias que subsisten en su interior en cuanto a los temas de fondo, donde algunos abogan por instalar una agenda más izquierdista, lo que es mirado por otros como un error que le puede ampliar el campo de crecimiento al piñerismo.

Con ese dilema no resuelto, ni tampoco con claridad acerca de si es adecuada o no una actitud más dura frente al gobierno, los presidentes de los partidos de la Concertación acordaron algunos puntos, donde el primero fue la necesidad de actuar unidos, sin poner temas en la agenda en que no hubiera sintonía entre los principales actores de la oposición.

Fue en esa línea, que los líderes concertacionistas determinaron que en lo único que no se exponían a generar un desorden en sus filas, al menos por ahora, era expresando sus reparos en algunas partidas presupuestarias, especialmente referidas a programas sociales en áreas como salud o educación, todo en el marco de que la decisión de fondo era centrarse en lo concerniente a la reconstrucción.

Como admite un destacado dirigente opositor, ése era el principal tema en que, además de aparecer en un frente común, podían encontrar más eco en la ciudadanía, considerando que son cientos de miles las familias afectadas por el terremoto que esperan una solución a sus problemas.

Pero aun teniendo claro que la estrategia de apuntar en esa dirección podría ser la más beneficiosa para sus expectativas, a la hora de determinar cómo hacerlo, afloraron las discrepancias.



Estrategia en entredicho

Con la encuesta de Adimark en la mano, donde la Concertación aparece con un récord de mala evaluación, algunos parlamentarios estimaron que debían reconsiderar hasta dónde podían estirar la cuerda con su actitud confrontacional.

Tanto es así que, tal como algunos confiesan, ésa fue la razón para abrirse a un acuerdo con el gobierno en la Comisión Mixta a fin de destrabar la aprobación de algunas partidas en que existían reparos. En esa posición habría estado, entre otros, el presidente de dicha instancia, senador Camilo Escalona, hasta que de pronto el miércoles en la tarde todo quedó en nada.

La explicación del propio senador socialista es que la propuesta del gobierno equivalía a cero, aunque algunos admiten que fue determinante no aparecer en una posición que contrastara con la línea más dura que habían adoptado las bancadas de diputados con su anuncio de interpelar a la ministra Matte.

Es que, como admiten algunos parlamentarios, lo primero que debían tener en cuenta era aquella premisa de actuar unidos. Tanto, que es la misma razón que esgrimen los diputados para cerrar filas sumándose a la interpelación, porque aun cuando no concordaban con ella, determinaron que no podían abandonar a los diputados de la DC, Juan Carlos Latorre -promotor de la iniciativa- la que contaba con la anuencia del jefe de bancada, Patricio Vallespín.

Pero aun con la inclinación a mantenerse en la línea dura, en la Concertación reconocen que, tal como se han dado las cosas, no es fácil que puedan cumplir su propósito de contrarrestar la popularidad del gobierno.

Es cierto que insisten en que la opción de apuntar al flanco de la reconstrucción es la más acertada, para lo que aluden a que las autoridades, encabezadas por el propio Piñera, asumieron que debían iniciar una contraofensiva para demostrar todo lo que se ha hecho en esta materia.

Claro que la forma cómo ha encarado la situación el gobierno, sobre todo con la unidad que ha demostrado para abordar el tema, comenzando por el respaldo presidencial a la ministra Matte, es percibida con aprensión, sobre todo porque ellos no han sido capaces de exhibir la misma unidad.

Tanto es así que, en medio de los acuerdos y desacuerdos internos, los diputados optaron por postergar la interpelación a la titular de Vivienda, argumentando que debían centrarse en la tramitación del Presupuesto, que era donde habían acordado centrar su batalla.

Con esto, admiten que existe un reconocimiento implícito a que la apuesta a enfrentar al gobierno con el tema de la reconstrucción, quedó, al menos por ahora, en entredicho.

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