Economía y Política

Las prioridades de Ariztía: Indap destina $ 1.100 millones a plan nacional de capacitación

Paralelamente, sostiene el director de la entidad, apunta a tener actualizados los conocimientos de los propios equipos técnicos de la entidad.

Por: | Publicado: Lunes 17 de junio de 2013 a las 05:00 hrs.
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Por Bárbara Gutiérrez P.


De los cuatro ejes en los que se ha basado la gestión de Indap, la capacitación se ha instalado como una prioridad y una suerte de sello de su actual director, Ricardo Ariztía.

Un total de $ 1.100 millones ha invertido a la fecha el organismo dependiente del Ministerio de Agricultura, desglosados en $ 700 millones a través de un convenio de transferencias públicas del Sence, $ 200 millones de presupuesto para becas sociales y otros $ 200 millones que ya se encuentran en ejecución en la Región de La Araucanía.

Con estos recursos, 20 mil agricultores de Indap ha sido capacitados tanto a través de su formato móvil -que traslada a los capacitadores a dónde se encuentran los agricultores- como en seminarios técnicos.

En tanto, se han destinado $ 255 millones para capacitar 1.200 equipos técnicos del propio Indap, con el fin de actualizar los conocimientos de los especialistas de la institución.

La idea central del “Plan Nacional de capacitaciones de Indap” apunta a potenciar las habilidades y experiencias de los pequeños agricultores para transformarlos en emprendedores y también tener actualizados los conocimientos de los propios equipos técnicos de la entidad.

Indap cuenta, actualmente, con más de 900 equipos técnicos externos, que tienen los conocimientos específicos de diversos rubros para asesorar a un agricultor, sin embargo, no poseen la metodología correcta para poder transmitirlos.

“Hoy un gran o mediano agricultor produce 85 quintales/ha. de arroz y un pequeño agricultor, sólo logra producir 50 quintales/ha., Papas: más de 40 ton/ha. los grandes y 27 toneladas los pequeños; o trigo: 80 qq/ha. los grandes y 55-60 los más chicos”, grafica Ariztía.

Añade que lo realizado en esta materia plantea un antes y un después en lo que dice relación con la productividad de la pequeña agricultura. “Así como estaba hace tres años atrás la pequeña agricultura, hoy sería inviable”, precisa.

“Nos encontramos con bajos rendimientos en cada uno de los rubros, hoy el reporte de las cosechas es mucho mas auspicioso”, aún cuando reconoce externalidades que dificultan el quehacer agrícola.

A su juicio, “la agricultura es tan dinámica que no podemos descansar ni un minuto en materia de asesoría, tecnología, productividad y capacitación”.

Renovación de técnicos


En aras de este objetivo, el director de Indap ha solicitado la renovación de casi la totalidad de los técnicos que se dedicaban a capacitación, “que no estaban haciendo la pega y que no se habían actualizado en agricultura moderna”.

Uno de los programas que más destaca Ariztía es el denominado “entrenando a los entrenadores” utilizado por los neozelandeses en la transferencia de tecnología a los pequeños agricultores.

“Ya tenemos sistemas especializados como Soporte Experto, que apunta a que las personas que trabajan en este programa reciban tecnología de alto nivel para que tengan vuelo propio, se comiencen a bancarizar y ya no dependan de Indap”.

Un ejemplo de lo que se busca es lo que ocurre actualmente con la Viña Miguel Torres que “creyó en los pequeños agricultores, y cuando las opiniones apuntaban a que había que arrancar un determinado tipo de uva, la viña decidió pagarle a un grupo de 32 productores el doble del precio del mercado por este tipo de uva, para hacer vino espumante proveniente de la pequeña agricultura”.

- ¿Este programa podría paliar problemas como la escasez de mano de obra en el sector?

- En esa área específica y conscientes de esa problemática, la inversión se está orientando a la mecanización. La pequeña agricultura sigue asociada erroneamente a una yunta de bueyes cuando lo que deberían mostrar es la tecnología que se está utilizando. Le estamos dando herramientas para que produzca pero con velocidad de trabajo y tecnología.

- Y posteriormente, ¿cómo se logra medir el impacto de estos programas?

- En principio, observamos menores niveles de endeudamiento, menor solicitud de créditos, mejores precios en la agricultura sureña. Sin embargo, también estamos licitando empresas externas para que apliquen sistemas de evaluación de resultados.

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